ash, psicologia cognitiva

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llN 1'lll{APIA DI', CONDUCTA

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I . MICHAI.]L ASCHI]R Y MRn¡onra L. HATCH

I.

INTRODUCCION

l.rr popularidad de los procedimientos paradójicos en los enfoques de psicotcrapia más importantes está bien documentada (p.ej., Seltzer, 1986). No cs
sorprendente, entonces, que los terapeutas de conducta se interesasen p()t'
cstas técnicas.Durante la década pasada, el tema central de una serie cad,t
vcz mayor de estudios empíricos y de informes clínicos ha sido la intencióu
paradójica (tn). F,n el presente capítulo, los autores examinarán, a través dt'
una muestra de material relevante, esta técnica recientemente añadida al rc
pertorio de los terapeutas de conducta.

II.

HISTORIA

Teniendo en cuenta la variedad de enfoques de lapsicoterapia que incorporan
la lp, este procedimiento parece encontrarse entre los más versátiles de los
empleados por los psicoterapeutas (Ascher, 1980, 1989). En lo que respecta
a la tradición conductual, la IP, o alguna variante, ha tenido una larga, aunquc:
dispersa, relación. E,sta asociación ha estado influida por la insistencia de los
terapeuras de conducta en las descripciones operacionales de losprocedimientos y de los objetivos conductuales. Y lo que es más importante aún, la
eficacia del procedimiento tiene que ser demostrada por una serie sistemática
de estudios.
Dunlap (1928) fue el primero que empleó sistemáticamente, dentro de un
contexto conductual, lo que podría clasificarse como una técnica paradójic:l,
relacionada con la IP. La práctica negativa se dirigió inicialmente haciarcspuestas motoras relativamente simples, cuya frecuencia deseaba reducir cl
individuo. Aunque el sentido común podría dictar que se debería intcnt,tr
restringir directamente esa conducta, Dunlap sugirió que la respuesta no clc
1l¡ Psiquietrír, fcnrplc Univcrsitv (Fili UU) v [)pto. tlc I'sicología, Tcrnplc Univcrsiry
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,bjt'tivo rlc llcvarla bajo el control del individuo.
lrl inrt.ri's dc l)unlap parecía centrarse en la naturalez.a dc la crrt,ltt, t '
nr()l()r'.1 .r¡'rrcnclicla; aunque creía quela ansiedad era un factor itrtyt.ttt.t,,t,
n,,rrrr.rlrrrt'nte jugaba un papel secundario en sus consideraciotrcs. Vrht,,r

rr,urlil (19.]9, 1947,1955, 1975), que fue el primero que cmpcz.ír rt t'x¡'1,'r,,'
l.r ¡',rr.r,foj:r cn 1925, en conexión con su práctica clínica en Vic¡t¡, ('\lrr\,,
,r,r.'r,'s,rtlo principalmente en el papel de la ansiedad anticipatori;l ¡r;tt.t ¡rr,'
,lr¡. ll y ilUrncntaruna variedad de trastornos conductuales. Emplcatt,l,r ,,,,
1,r,,,,'tlinricnto que denominó "intención paradójica", sugirió quc los irrrlrr
,lrr,,s lluscan activamente la misma conducta de la que descan desprctr,l.'r ',,'
St.grirr csro, a una persona que se quedaba en casa temiendo un posiblc ilt,r(lu{
..rrtlí;rco sc lc debería animar para que viajase lejos de casa, que Auttterrl,r\r'
l.r t.rs:'rc¿rrdíaca y que provocase un ataque cardíaco.
Un rcrccr acontecimiento en la historia de la tP en terapia dc con,ltt. t,r
ttrvt, f ugar con el trabajo de Stampfl y Levis (1967,1968). Durante une ¡'l)()( ,r.
.'rr.rnclo cl enfoque conductual más importante para la mejora de los trilslot
¡r,,s clc ansiedad era la desensibilización sistemática (os), estos autores l)r,l
terapia implosiva (ver capítuloanterior) (otro
¡,rrsicron la antítesis
-la considerarse como paradójico y que compartc¡rr,,
trn,l
.r'rlirr.riento que podría
la
expositi,ttr
la
DS
requiere
scric clc similitudes con la IP). Mientras que
jcr'Írcluica gradual del paciente a los estímulos ansiógenos, mantcnicndrt r'l
inundación- implica l:r ¡tr,'
rrivcl de ansiedad al mínimo, la implosión
-o
niveles posibles, de lrt,t,l,'
scnraciiin...