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Centro de Asistencia a la víctima

1998: una reforma procesal penal y sus efectos constitucionales.

La reforma procesal penal en la Provincia de Buenos Aires1, no solo ha ajustado el derecho interno a los pactos internacionales, sino además, en un marco de garantías, allana el camino a reformas penales que contribuyen a ofrecerle al ciudadano una diferente justicia en sus tiempos y en susmétodos.
Esta ley procesal bonaerense de 1998 dio un primer paso importante, cambiando el orden gradual de los movimientos constitucionales: empezó concediéndole mayor relevancia y participación a la víctima, avanzando con criterios de oportunidad limitados y debiendo aún la instauración del control democrático de las decisiones judiciales, a través de juicio por jurados.
A pesar de estasvicisitudes, en los años siguientes a la Ley de 1998, se observa un camino que se orienta al diálogo propio de la democracia en el marco del proceso penal.
Lo que motivó a la reforma fue en principio la necesidad de adecuar las leyes a los convenios internacionales sobre el derecho penal, pero hay mecanismos que le dan una nueve razón al sistema.
Es por eso necesario crear herramientas que rediseñen elaccionar de los órganos del Estado.”No alcanza con cambiar la ley para que se produzca el cambio de sistema”, o sea, no solo se debe adaptar la legislación penal al orden internacional propuesto por distintas convenciones, también urge redondear la obra comenzada por el constituyente del siglo XIX.
Siendo hasta la aparición de esta Ley, el Juez la legalidad total y el imputado el centro dereflexión de tal legalidad. Lo que pide y logra esta reforma de 1998, no es la supresión de ambos; sino la necesidad de completar la situación con otros actores que enriquezcan la relación.
Tomando los criterios de oportunidad como el extracto sobre el cual un fiscal debe trabajar para lograr una efectiva protección a la comunidad, preservando el derecho a una igualdad de acceso al sistema, resultaesta una herramienta básica para atender los problemas de las víctimas de menores recursos, sin posibilidad de asistencia letrada y holgada situación económica que le permita afrontar el trance de un litigio, de la misma manera que sucede con el imputado, con el cual en la mayoría de los casos comparte la misma condición social.
Como primera respuesta debemos pensar en la asistencia letrada de lavíctima como cuestión prioritaria.
La presencia activa del Ministerio Público, en su doble función de Fiscal y Defensor, atiende no solo a la víctima individual sino además a la sociedad que también se siente victimizada.
En relación con la instauración del juicio por jurados, vale agregar algunos pensamientos, por comprender que en el jurado está representada la sociedad.
La sociedad política queen el momento de actuar como jurado debe ser tan imparcial como un juez, es de suma importancia para el tema que desarrollamos alrededor de la víctima, porque en definitiva la victima no es una separación del ciudadano; todo lo contrario, es el ciudadano mismo, afectado de un delito, quien asume como propia la problemática de la seguridad y justicia ciudadana con sus aciertos y sus deficiencias.Siendo muy importante que la víctima este informada, no solo con la situación en la que se encuentra como damnificada, sino también en su condición permanente de ciudadano, debe conocer el funcionamiento del sistema judicial antes de cualquier otra consideración personal, siendo la prevención, la mejor manera de protegerla; por el camino del conocimiento de sus derechos.
En conclusión,entendiendo que el movimiento de reforma procesal penal fue en principio motivado a incorporar a la Provincia de Buenos Aires los principios del dogma penal internacional, el momento ha sido oportuno para crear institutos embrionarios y adeudados de nuestros ritos provinciales.
En la Provincia de Buenos Aires los efectos de la reforma han comenzado a sentirse, aun cuando deba bregarse por eliminar una...