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El maestro Hernando Valencia Villa en su célebre obra “Cartas de batalla”, reconstruyendo la historia de la nación a partir de la historia de las Cartas constitucionales, nosseñala que éstas han reflejado pactos fallidos, que más que Cartas que simbolicen un pacto social nacional de plena unidad, han sido éstas autenticas “Cartas de Batalla” encarnando expresionesparciales de nación, las cuales, en determinados periodos coyunturales han logrado una posición hegemónica que oponen por la fuerza a las demás expresiones de la sociedad, construyendo a su vez una imagen deenemigo hacia éstas otredades (Valencia Villa, 1997).
Sin embargo, éste hecho tan notorio durante los primeros cien años de vida republicana de lo que hoy conocemos como nación colombiana, no loes tanto cuando nos referimos a las Constituciones de 1886 y de 1991. La primera de ellas, la de 1886, fue un pacto de cierre de las guerras civiles del siglo XIX, el culmen y la síntesis de lasfuerzas liberales y conservadoras que a lo largo del siglo XIX disputaron el rumbo de los destinos del país. La misma Carta, que recoge una profunda tradición católica e hispánica (Uribe Vargas, 1985), sesostuvo como norma fundamental del sistema jurídico colombiano durante poco más de cien años, ocupando así casi que por completo la segunda centuria de nuestra actual Era Republicana.
La Carta del86, fue además la manifestación de una nueva etapa de madurez política para la naciente nación colombiana, una en la que la estabilidad y la unidad que brindaba al proyecto nacional una Constituciónestable y duradera, sería uno de los primeros puntos de encuentro entre las fuerzas políticas que se disputaban la nación de entonces, uno de los primeros consensos que se consolidaron como pactonacional, y que se convirtió en principio de tal valía, que se puso por encima de los intereses partidistas.
Por su parte, la Constitución de 1991 no sólo se erige como el mejor y más amplio...
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