Astronomia
No es un absurdo decir: «El niño que nació en el creciente de la luna, durante una estación tempestuosa, al salir tal o cual estrella nacerá conconstitución endeble y su vida raquítica será corta», porque esto es lo que verdaderamente sucede a los temperamentos muy delicados. Tampoco es un absurdo decir lo contrario, esto es, que el niño que nazca cuando la luna esté en su lleno, o el sol en toda su fuerza y en tiempo sereno, nazca con constitución fuerte y goce vida larga y feliz. Si estas observaciones se hubiesen repetido muchísimasveces y se hubieran encontrado exactas, la experiencia, al cabo de algunos millares de siglos, hubiera podido formar un arte del que no cabría dudar. Hubiéramos creído, con grandes probabilidades de acierto, que los hombres eran como los árboles y como las legumbres, que se deben plantar y sembrar en ciertas estaciones. Hubiera sido inútil contradecir a los astrólogos diciéndoles: «Mi hijo nació enexcelente temperamento, y sin embargo, ha muerto en la cuna.» El astrólogo hubiera contestado: «Muchas veces sucede que se mueren árboles plantados en la estación oportuna; respondo de los astros, pero no puedo responder del vicio de conformación que podáis haber transmitido a vuestro hijo; la astrología sólo obra cuando no hay causa que se oponga al bien que los astros pueden proporcionar.»Tampoco se puede desacreditar la astrología diciendo: «De dos niños que nacieron en el mismo minuto, uno fue rey y el otro fue sólo fabriquero de su parroquia», porque pudieran contestar probando que uno de los dos hizo su suerte siendo fabriquero, y el otro también, llegando a ser rey. Y si se objetara que el bandido que Sixto V mandó ahorcar nació al mismo tiempo que Sixto V, que desde pastor decerdos llegó a ser Papa, los astrólogos replicarían que los dos niños habían nacido con la diferencia de algunos segundos, porque es imposible, según las reglas de la astrología, que la misma estrella conceda la tiara y la horca. Como una multitud de experiencias han desmentido las predicciones, al fin han comprendido los hombres que ese arte es ilusorio; pero antes de desengañarse fueron crédulosmuchísimo tiempo.
Uno de los más famosos matemáticos de Europa, Stoffler, que floreció a últimos del siglo XV y a principios del XVI, y trabajó muchos años en la reforma del calendario propuesta en el Concilio de Constanza, predijo que sobrevendría un diluvio universal el año 1523. Este diluvio debía llegar en el mes de febrero, cálculo probable, porque Saturno, Júpiter y Marte se encuentranentonces en conjunción en el signo de los Peces. Quedaron consternados todos los pueblos de Europa, Asia y África que se enteraron de esa predicción, esperando el diluvio, a pesar de ver el arco iris. Algunos autores contemporáneos refieren que los habitantes de las provincias marítimas de Alemania se apresuraron a vender las tierras que poseían, baratísimas, a los que tenían más dinero que ellos y...
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