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EL SUEÑO DE TELÈMACO


Durante toda la noche, cubierto por el vellón de una oveja, planeaba él en su mente el viaje que le había dispuesto Atenea.

No se percatò cuando el sueño lo llevò aluniverso òrfico. Al abrir sus ojos, lo deslumbrò el penetrante brillo del fuego que cubrìa su habitaciòn, y que sin embargo, no consumìa nada, y tampoco lo lastimaba. Al salir de esta, se encontrò en uninterminable pasillo, perfectamente iluminado, donde se encontraba tendida su madre, perdida en làgrimas y llantos. Al ir a averiguar que era lo que le acallaba a su madre, se percatò de que su rostroera el de su padre, el cual se encontraba como la ùltima vez que lo habìa visto. Ante el silencio de Telèmaco, su padre le dijo:

Odiseo(O): es que acaso no me reconocéis? Soy yo, del cual con misemilla naciò. Oh, sangre de mi sangre, acoged esta advertencia...

Telèmaco(T): pero, què queréis decir, Padre? De que peligro me quieres alejar?

O: hijo, se avecinan tiempos oscuros y difícilespara vuestra madre y para vos, por lo que màs quierais, valorad el consejo de los dioses, y no flaqueèis en vuestra decisiones, pues estas son las que te llevaràn a la gloria y me traeràn de vuelta acasa, con vos y con mi amada Penèlope.

T: Padre, ya estoy seguro que viajarè por vos, màs es un dificil trayecto, y en el me podrè perder,
y Madre se casarà tarde o temprano con alguno de suspretendientes. Ayudarme debes.

O: màs perdido que vos me encuentro, los dioses os guiaràn, mas ten cuidado del guardian de los mares.

Cuando Telèmaco le iba a dirigir otra palabra, viò el cuerpofragil que se encontraba tendido desvanecerse. Dolido pero decidido prosiguio el pasillo que parecìa infinito; sin embargo, se encontro con un hermoso portòn de bronce, que se veìa algo oxidado, y altocarlo sintiò un pequeño escalofrio que le recorriò la espina. Al entrar, se encontrò en un elevado acantilado desde donde se veìa la ciudad de Esparta, y cuando estuvo ya al otro lado de la puerta,...