Atimicrobianos

EN EL MOTEL
Entonces sintió que llamaban a la puerta de su habitación. Todo le daba vueltas cuando abrió sus grandes ojos congestionados por el alcohol. Ignoraba cuánto tiempo había dormido. Sesentó en la cama. Desnudo, las manos a lado y lado de la cabeza y los codos apoyados en las rodillas. Hacía un grande esfuerzo por recordar quién era y dónde estaba. Sentía la cabeza a punto de reventar yun agrio sabor le resecaba la garganta. Pegados al techo, grandes espejos reflejaban mil veces lo que había en la habitación, cuadros con hermosas mujeres desnudas colgados en las paredes, un baño yuna rara silla de metal (parecida a la de los consultorios odontológicos) le indicaban que se hallaba en un motel. Entonces recobró la conciencia. Recordó que estuvo bebiendo unas cuantas cervezas conPedro tan pronto que salieron de la empresa. (Era sábado y se había vuelto costumbre). Recordó que cuando hubo despedido a su compañero de oficina y se disponía a tomar un taxi, vio a una hermosachica, de pie, a escasos metros de distancia. La calle estaba solitaria. El sol se ocultaba detrás de los altos edificios. Ella lo vio venir caminando con pasos lentos, indecisos, por la acera delcementerio que conduce al motel. Antes de que él le hablara, ella limpió sus lágrimas con el dorso de la mano. Él se dio cuenta.

- ¿Puedo ayudarte en algo preciosa?

En realidad lo era: Cabello onduladoy castaño y suelto hasta los hombros, minifalda, piernas redondas y un escote que dejaba ver la parte superior de sus senos firmes.

- Sólo si tienes un pañuelo - contestó la mujer - claro, siemprey cuando esté limpio.

- Como ordene - dijo el muchacho mientras sacaba un pañuelo del bolsillo trasero del pantalón - tus deseos son ordenes.

Ella lo recibió dibujando una sonrisa en su rostro."Es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida" Pensó el muchacho.

- Me llamo Enrique - Al tiempo que le tendía la mano - pero me puedes llamar Quique.

- Natalia, para servirte......