Atrapada Por El Deseo - Sara Orwig
Sara Orwig
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Atrapado por el deseo (2003)
Título Original: Cowboy's special woman (2002)
Serie: 2º La pasión del cowboy
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Deseo 1185
Género: Contemporáneo
Protagonistas: Jake Reiner y Maggie Langford
Argumento:
Aquel desconocido era demasiado sexy
Un incendio en el rancho de Maggie Langford llevó a suvida al campeón de rodeo Jake Reiner, que puso patas arriba su tranquila existencia y despertó en ella deseos que había creído muertos hacía mucho. Pero la pasión llegó a su punto álgido cuando Jake se trasladó temporalmente a casa de Maggie, siguiendo las órdenes del padre de ésta. La joven madre soltera sabía que no podía ceder a sus deseos, pero cada vez le resultaba más difícil no dejarse vencerpor la ternura de sus besos. Sabía que era imposible tener nada serio con un cowboy siempre a punto de marcharse.
Pero… quizá ella fuera una mujer especial que consiguiera ablandar el corazón de Jake y convencerlo de que se quedara con ella… para siempre.
Capítulo Uno
El fuego era una de las pocas cosas que ponía realmente nervioso a Jake Reiner. Sujetando el manillar de su Harleycon fuerza miró por encima del hombro las llamas que lamían los cedros y robles. A pesar de los cuarenta grados de calor del mes de agosto y las ráfagas del caliente aire de Oklahoma, el espectáculo del incendio le heló la sangre. Sabía que iba por el camino de tierra a una velocidad peligrosa, pero tenía que advertir a la familia que vivía en el rancho cuanto antes.
A los pocos minutos subióuna cuesta y vio al final de una curva la alta casa victoriana de dos plantas. La rodeaban un garaje para tres coches, el granero, la casa de los vaqueros, unos cobertizos y un corral. La marca de ganado Circle A estaba grabada a fuego sobre la puerta del granero. Dentro del patio cercado había una mujer junto a un enorme algodonero. Llevaba una motosierra en las manos.
Su figura hizo quea Jake se le acelerase el pulso. Unos vaqueros ceñidos con las perneras cortadas revelaban sus largas y bien torneadas piernas. Una camiseta metida en la cintura de los pantalones le ajustaba el generoso busto. El largo cabello rubio, sujeto en una gruesa trenza, le colgaba por la espalda hasta la cintura. Al acercarse, Jake se dio cuenta de que la mujer tenía expresión preocupada.
Un perroapareció tras el granero y comenzó a ladrar, haciendo que la mujer levantase la cabeza. El perro se detuvo junto a ella y siguió ladrando.
Jake frenó la moto rodeado de una nube de polvo. Cuando se silenció el motor oyó los gritos infantiles que provenían de la copa del algodonero. Montada en una de las ramas inferiores había una niña con una brecha en la cabeza y lágrimas rodándole porlas mejillas.
—¡Mami!
—Sujétate bien, Katy —dijo la mujer con calma. Le lanzó una mirada de desconfianza a Jake—. ¿Y usted qué quiere?
—¿Necesita ayuda? —preguntó él, apeándose de la moto. Se dio cuenta de que entre el incendio y lo que sucedía allí, la familia aquella estaba metida en un buen jaleo. Lo más urgente parecía ser la niña.
—¿Qué hace usted aquí? —preguntó lamujer, la desconfianza convertida ya en enfado. Al ver la expresión de los ojos azules, Jake se dio cuenta de que no le inspiraba a ella ninguna confianza con su pelo largo, sus vaqueros rotos y su moto.
—Hay un incendio en su campo, subiendo el camino.
Ella miró por detrás de él y palideció.
—¡Ahora no! —exclamó, volviendo a mirar a la niña—. Primero tengo que bajar a Katy—dijo, dándose la vuelta como si se hubiese olvidado de su presencia.
Maggie Langford se acercó al tronco del árbol mientras luchaba con su creciente pánico. Un incendio grande los hundiría en la miseria. Katy estaba atrapada y herida y ahora había un incendio en el rancho. Rezó una breve plegaria para poder liberarle el pie, que se le había encajado entre la rama y el tronco. Cuando...
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