Aunque Corras, No Puedes Escapar
Con ambas historias podemos ver claramente que en este mundo tan pequeño las casualidadesno existen, pero el destino sí, que nuestro destino ya está marcado y que es algo que no podemos cambiar, lo único que podemos cambiar son las acciones que hacemos oharemos para llegar a él. Por ejemplo, en la obra de Edipo Rey, Edipo ya estaba destinado a matar a su padre, pues el oráculo de Delfos ya lo había anunciado yaunque Layo mandó a matar a su hijo para evitarlo el mensajero le tuvo compasión y nuevamente el destino los junto y Edipo mató a Layo sin saber que éste era su padre; ocomo en la historia de Antígona, Creonte decide arrepentirse de sus actos después de discutir con Tiresias y de escuchar al coro: “Ese hombre, ¡oh rey!, se vadespués de anunciar terribles profecías; y yo sé por experiencia que desde que cambie mi negro cabello por este blanco, nunca jamás ha dicho mentiras a la ciudad”, sinembargo al llegar a ella se da cuenta de que era demasiado tarde y que tendría que cargar con la culpa y con la maldición que Tiresias ya le había advertido.
Es asícomo nos damos cuenta con estos relatos que aunque corramos y nos escondamos no podemos escapar de nuestro destino, pues este ya esta preparado para nosotros, y nosdejan el aprendizaje de la prudencia, la cual nos ayuda a reflexionar acerca de nuestros actos antes de que infortunios como la de estos personajes nos ocurran.
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