aura

Un joven de nombre Felipe Montero lee un anuncio, piensa que esa oferta no es de todos los días vuelve a leer el aviso dos veces más, el hombre distraído en el anuncio, deja caer la ceniza del cigarro en su taza de café del cual ha estado bebiendo, taza vieja. El anuncio solicita un historiador joven, ordenado, escrupuloso, que entienda la lengua francesa, capaz de desempeñar labores desecretario. Su salario será de tres mil pesos mensuales, comida y recamara cómoda.
El joven es asesor de escuelas particulares y obtiene un salario de novecientos pesos mensuales. Se imagina que puede parecer broma lo del anuncio. El anuncio dice el domicilio, tiene que acudir en persona, ya que no tienen teléfono. El ignora esa gran oportunidad de trabajo, que cuenta con buen salario mensual. Piensa,que quizá otro joven con las mismas cualidades que este joven, ya abra acudido a tal domicilio. Se levanta y se va a la parada de autobuses, espera el camión y sube en el autobús, el cual es incomodo, no alcanza asiento, tiene que irse de pie con la mano derecha en el pasamanos y cuidando de su portafolio y billetera.

Al día siguiente, cuando acude de nuevo al cafetín, después de pedir sudesayuno, abre el periódico y al llegar a la sección de de anuncios, se da cuenta de que aun sigue allí la solicitud, pero esta vez ofrecen un salario de cuatro mil pesos mensuales. El domicilio es: calle Donceles número 815, al joven se le hace raro que alguien viva en el centro de la ciudad, él siempre ha creído que nadie vive en ese lugar, sin embargo, el acude a ese domicilio. Al llegar mira unasventanas con unas cortinas verdosas en una de esas ventanas, se ve retirarse alguien en cuanto él la miró. Toca en vano la manija de la puerta y la suelta inmediatamente, la manija está muy fría. Al soltarla se da un pequeño empujón y se abre la puerta lentamente, el joven entra y lo que ve es un fondo obscuro con olores húmedos de plantas y raíces podridas, busca en su saco su caja de fósforospara guiarse con la luz, pero escucha una voz aguda y cascada que advierte de lejos:
No… no es necesario. Por favor camine 13 pasos hacia el frente y encontrara la escalera a su derecha. Suba por favor cuente 22 escalones.
El olor de las plantas y la humedad lo envuelven mientras el sube las escaleras, contando en voz baja, cada una de ellas, hasta llegar a veintidós y se detiene.
Toca unapuerta que huele a pino viejo y húmedo, busca una manija y no la encuentra, mejor hace un empujón y se abre la puerta, al entrar solo mira una luz grisácea, y murmura:
—señora…
Por que recuerda la voz de una mujer que lo llamó al entrar a la casa.
Señora:
Ahora a su izquierda, la primera puerta. Tenga la amabilidad.
Empuja esa puerta, ya sabe que ninguna tiene manija, y tiene quegolpear la puerta para poder abrirla.
Al entrar lo que mira son luces dispersadas, las define como veladoras, levemente iluminan otras luces que son de corazones de plata, frascos de cristal, vidrios enmarcados y detrás de ese brillo logra mirar una cama y una mano que lo atrae pausadamente.
Logra ver a la señora, cuando da la espalda a las luces dispersadas.
Se dirige hacia la cabecera de lacama donde se encuentra acostada la señora. Él extiende su mano para buscar la mano de la señora pero lo que toca es una piel gruesa, mira unos ojos rojos y se da cuenta de que es un conejo, lo acaricia y al lado del conejo encuentra la mano de la señora, ella toca su mano con unos dedos sin temperatura.
—Felipe Montero. Leí su anuncio.
—Sí, ya se. Perdón no hay asiento.
—Estoy bien. No sepreocupe.
—Está bien. Por favor, póngase de perfil. No lo veo bien. Que le de la luz. Así. Claro.
—Leí su anuncio. . .
—Claro. Lo leyó. ¿Se siente calificado?
Se aparta para que la luz combinada ilumine, ese rostro que se ve infantil de tan viejo, cabello largo y las manos sobre su abdomen.
—Voy al grano. No me quedan muchos años por delante, señor Montero, y por ello he preferido violar la...