Autismo

UTISMO: EL SÍNDROME DE ASPERGER

Sonó el timbre de la puerta anunciando la llegada de otro invitado a la fiesta de cumpleaños de Alicia. Su madre abrió la puerta y observó a Jack, el último invitado en llegar. Era el quinto aniversario de su hija y en la lista de invitados había diez niñas y un niño. A la madre de Alicia le había sorprendido la inclusión de ese niño, sin embargo, Alicia lehabía dicho que Jack era diferente. Su familia se había mudado hacía poco a Birmingham y desde hacía sólo unas pocas semanas Jack había empezado a asistir a su clase. Aunque trató de unirse al grupo de los otros niños, no había conseguido hacer amigos. Los otros niños se burlaban de él y no le dejaban participar en sus juegos. La última semana se había sentado cerca de Alicia a la hora del almuerzo y,al oírlo hablar, la niña llegó a la conclusión de que era un niño simpático y solitario que parecía exageradamente asustado por el ruido en el comedor y por la actividad frenética en el patio de recreo. Tenía un aspecto agradable, parecía un Harry Potter más joven y daba la impresión de saber mucho de cantidad de cosas. Alicia se había apiadado de él y, a pesar de la mirada atónita de sus amigascuando les dijo que lo había invitado a su fiesta, estaba decidida a hacerlo.
Y, por fin, allí estaba, una figura solitaria que llevaba una tarjeta de cumpleaños y un regalo que entregó de inmediato a la madre de Alicia. Ésta se fijó en el nombre de su hija, visible en el envoltorio pero con una caligrafía sorprendentemente ilegible para un niño de ocho años de edad. << Tú debes de ser Jack>>, le dijo, y el niño simplemente le replicó asintiendo con una inclinación de cabeza. Ella le sonrió y, cuando estaba a punto de sugerirle que saliera al jardín para ir al encuentro de Alicia y sus amigas, Jack exclamó: << El regalo de cumpleaños de Alicia es una de esas muñecas especiales que mi madre dice que desean todas las niñas, y lo ha escogido ella, pero en realidad lo que yoquería traerle eran unas cuantas pilas. ¿Te gustan? ¡A mí me encantan, tengo 197! Son muy útiles. ¿Qué pilas tiene en los mandos a distancia? >>. Sin esperar respuesta, el niño continuó: << Tengo unas pilas especiales de Rusia. Mi padre es ingeniero y trabajaba en una refinería allí. Cuando regresó, me trajo seis pilas triple A, con el rótulo en ruso. Son mis favoritas. Cuando mevoy a la cama me gusta mirar mi caja de pilas y clasificarlas en orden alfabético antes de dormirme. Siempre guardo una de mis pilas rusas en la mano hasta que me duermo. Mi madre dice que sería mejor que durmiera abrazado a mi oso Tedy pero yo prefiero coger mis pilas. ¿Cuántas tienes tú? >>.
La madre de Alicia contestó: << Eh… no lo sé pero debo de tener unas cuantas… >> y, depronto, no supo qué más decirle. Su hija era una niña muy educada, cariñosa y maternal, por lo que podía entender la razón de que hubiera adoptado a ese extraño niño como amigo. Jack continuó con su monólogo sobre pilas, cómo se fabricaban y qué hacer con ellas cuando estuvieran agotadas. La madre de Alicia también se sentía agotada como única oyente de aquella conferencia, que ya duraba más dediez minutos. A pesar de sus sutiles señales de que necesitaba atender a otras personas y de que, como último recurso, dijo: << Debo ir a la cocina y comprobar si está todo listo para la fiesta >>, el niño continuó hablando y la siguió a la cocina. Observó que, cuando el niño hablaba, rara vez la miraba y su vocabulario era insólito para un niño de su edad. Le daba la sensación de queestaba escuchando a un adulto, ya que se expresaba con una elocuencia fuera de lo común, aunque no parecía querer que lo escucharan.
Finalmente, la madre de Alicia dijo: << Jack, debes ir al jardín para saludar a Alicia ahora mismo >>, con una cara que indicaba claramente que no tenía alternativa. El niño la miró durante unos segundos como si tratara de interpretar su expresión y a...