Autobiografia Sigmund Freud

Páginas: 89 (22198 palabras) Publicado: 11 de agosto de 2011
AUTOBIOGRAFÍA 1924 Pag. 1 VARIOS colaboradores de esta colección inician sus trabajos haciendo resaltar la espinosa singularidad de su contenido. Para mí resulta aún más ardua la labor, pues en los repetidos trabajos de este género que tengo ya publicados he tropezado siempre con que la especial naturaleza del tema obligaba a hablar de mí mismo más de lo que generalmente es costumbre o se juzganecesario. Mi primera exposición del desarrollo y el contenido del psicoanálisis quedó integrada en las cinco conferencias que la Clark University, de Worcester (Estados Unidos), me invitó a pronunciar en sus aulas durante las fiestas con que celebró el vigésimo aniversario de su fundación (1909). Recientemente he escrito para una publicación americana, Los comienzos del siglo XX, cuyos lectoreshicieron honor a la importancia de nuestra disciplina reservándola en un capítulo especial otro trabajo análogo. En el mismo intervalo, la revista Jahrbuch der Psychoanalyse publicó un ensayo mío, titulado Historia del psicoanálisis, que contiene ya todo lo que aquí pudiera comunicar. Siéndome imposible contradecirme, y no queriendo repetir sin modificación lo ya expuesto en otros lugares, habré deintentar establecer en el presente trabajo una nueva proporción de elementos subjetivos y objetivos, fundiendo lo biográfico con lo histórico. Nací el año 1856 en Freiberg (Moravia), pequeña ciudad de la actual Checoslovaquia. Mis padres eran judíos, confesión a la que continúo perteneciendo. De mis ascendientes por línea paterna creo saber que vivieron durante muchos años en Colonia; emigraron enel siglo XIV o XV hacia el Este obligados por una persecución contra los judíos, y retornaron luego en el siglo XIX a través de Lituania y Galitzia, estableciéndose en Austria. Cuando tenía yo cuatro años me trajeron mis padres a Viena, ciudad en la que he seguido todos los grados de instrucción. En el Gymnasium conservé durante siete años el primer puesto, gozando así de una situaciónprivilegiada y siéndome dispensados casi todos los exámenes. Aunque nuestra posición económica no era desahogada, quería mi padre que para escoger carrera atendiese únicamente a mis inclinaciones. En aquellos años juveniles no sentía predilección especial ninguna por la actividad médica, ni tampoco la he sentido después. Lo que me dominaba era una especie de curiosidad relativa más bien a las circunstanciashumanas que a los objetos naturales, y que no había reconocido aún la observación como el medio principal de satisfacerse. Mi profunda dedicación a los escritos bíblicos (iniciada casi al tiempo que aprendí el arte de la lectura) tuvo, como lo reconocí mucho después, un prolongado efecto en la línea de mis intereses. pag. 2 Bajo la poderosa influencia de una amistad escolar con un niño mayor queyo, que llegó a ser un destacado político, se me formó el deseo de estudiar leyes como él y de obligarme a actividades sociales. La teoría de Darwin, muy en boga por entonces, me atraía extraordinariamente porque quería prometer un gran progreso hacia la comprensión del mundo. La lectura del ensayo goethiano La Naturaleza, escuchada en una conferencia de vulgarización científica, me decidió porúltimo a inscribirme en la Facultad de Medicina. La Universidad, a cuyas aulas comencé a asistir en 1873, me procuró al principio sensibles decepciones. Ante todo, me preocupaba la idea de que mi permanencia a la confesión israelita me colocaba en una situación de inferioridad con respecto a mis condiscípulos, entre los cuales resultaba un extranjero. Pero pronto rechacé con toda energía talpreocupación. Nunca he podido comprender por qué habría de avergonzarme de mi origen o, como entonces comenzaba ya a decirse, de mi raza. Asimismo renuncié sin gran sentimiento a la connacionalidad que se me negaba. Pensé, en efecto, que para un celoso trabajador siempre habría un lugar, por pequeño que fuese, en las filas de la Humanidad laboriosa, aunque no se hallase integrado en ninguno de los...
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