autoconcepto
En la literatura americana los términos más utilizados para referirse a esta temática son autoconcepto y autoestima; mientras que en la europea se emplean con más frecuencia los términos de conciencia y representación de sí mismo (L'Ecuyer, 1978).
Revisando un poco lahistoria, antes del siglo XX la discusión acerca del yo (self) se centraba en torno a conceptos metafísicos tales como: alma, espíritu, voluntad, etc.; encuadrándose, por tanto, dentro de los ámbitos filosófico y religioso.
En este sentido, podemos remontarnos a Platón (Fedón) o bien a Aristóteles y sus contemporáneos para encontrar alguna referencia a la dicotomía cuerpo y alma (hilemorfismo).Hasta el siglo XVII, con Descartes y su cogito ergo sum, no se enfatiza la centralidad del yo en la conciencia, si bien Locke y Hume añadieron un nuevo ingrediente que mejoró la ecuación, la importancia de la experiencia (empirismo). Posteriormente, Kant, en su Crítica a la Razón Pura, especificó la distinción entre el yo como sujeto y el yo en cuanto objeto, que más tarde abordaría tambiénSchopenhauer (conocedor-conocido).
Ya en el siglo XIX, William James (The Principles of Psychology, 1890) elaboró una forma más convincente de distinguir entre sujeto-objeto y le dio al autoconcepto un tratamiento más profundo que cualquiera de sus predecesores. Su idea clave fue la categorización del yo global en dos aspectos: El "mí", para la persona empírica, y el "yo", para el pensamiento evaluativo,considerando el yo global como la simultaneidad de ambos.
La ingeniosa fórmula de James (1890) dio una pauta a seguir:
Autoestima = Éxito / Pretensiones
Unas décadas después, Watson, Thorndike, Hull y Skinner, con el énfasis puesto en el Método Científico a través del Conductismo, llevaron a la Psicología al estudio riguroso y exclusivo de aquellos aspectos observables y medibles de la conducta.Este dogma rígido colocó el estudio del autoconcepto bajo una considerable opresión, puesto que los constructos autorreferentes implican necesariamente una focalización central en la experiencia interna, en la interpretación subjetiva y en el autoinforme, lo que supuso el abandono momentáneo del interés por esta temática, si bien hubo un período de transición con la apertura de Hull y Tolman.
Enesta línea evolutiva aparecieron nuevas ideas, tales como la de Cooley (interaccionismo simbólico, 1902), ofreciendo una alternativa a las de James y Freud (1923, 1946), que suponían la existencia de los individuos anterior a sus contactos y relaciones, y que después ampliarían Mead (1934), Cattell (1950), Sullivan (1953), Goldstein, Maslow y Rogers (1954 y 1967), Alpport (1955), Goffman (1959 y1967), Erikson (1968), Harter (1978), Selman (1981), Rogers (1982), Maher (1982), Albee (1982), Levine (1983), Kohlberg (1984), Bandura (1986), Carlson y Masters (1986), Díaz-Aguado y Baraja (1993), entre otros.
La teorización y los estudios más recientes sobre el autoconcepto han tenido lugar en el ámbito de la fenomenología que Wylie (1961) definió como el estudio de la conciencia directa. Una de...
Regístrate para leer el documento completo.