Autocrita a Alcoholicos Anonimos

Presentación:
Hace apenas unos años me retiré de mi afición al consumo del alcohol, las razones para tomar tal dedición son multifactoriales, una de ellas que influyo positivamente en mí; el programa de AA. Sin embargo mediante el transcurso de los años he analizado y profundizado en el Tema de los Alcohólicos Anónimos, mas como un hurto, sobrepuesto a mi natural curiosidad.
La lectura de esteensayo no es apta para todos, de hecho en las condiciones que lo presento son casi contradictorias a lo funcional de mi actividad actual. Mas no por ello deberé resistirme a opinarlo, por que estaría siendo ya verdaderamente paradójico a la verdadera dimensión de mi esencia humana. Realmente quien lea y entienda esto estaría casi en similares apreciaciones. Para explicarme mejor, imaginemosentonces a un Ministro Cristiano consignando hechos de sus fieles seguidores por sus pecados. Sin contar su libre albedrío que dicho sea de paso, ¿Cuál?
Me siento privilegiado con la oportunidad de discernir concausando un efecto desalineado tal vez injusto por mi formación. Así que en este mismo ejercicio tratare de experimentar la liberación casi oportuna que causa esta contradicción queverdaderamente me domina.
Mi libertad no se pone a prueba, tampoco la cambio, al igual que el ministro que ejemplifico cae en un estado disímbolo, simplemente me adapto con cierta conformidad a las circunstancias y a los eventos que en la mayoría de las veces nos permitimos incluso pronosticar. En pocas palabras dicho en un extremo tremendamente coloquial,”a la casa que fueres has lo que vieres”. Solo si nofaltas a tus propios principios.
Bien, a manera de inducción, creo pertinente referir de manera implícita los orígenes de tal manifestación. El espectacular movimiento de AA, nace con la referencia de los Confirmados de Oxford, conocido también con el nombre de movimiento tractariano o tractarianismo, dícese del resurgimiento religioso que resalta los orígenes apostólicos y universales de laIglesia anglicana. Los partidarios de este movimiento sostenían que la Reforma inglesa no había interrumpido la sucesión apostólica —o sea, la transmisión válida de autoridad apostólica para administrar sacramentos— y que la Iglesia anglicana constituye una ramificación de la santa Iglesia católica, a la que también pertenecen la Iglesia de Roma y la Iglesia ortodoxa griega. Los principales dirigentesdel movimiento fueron los teólogos británicos John Keble, el cardenal John Henry Newman y Edward Bouverie Pusey, todos ellos relacionados con la Universidad de Oxford.
Bajo esta línea de información es de verse que los Doce Pasos conocidos tienen una connotación meramente ataviada de evangelización. ¿Evangelización? ¿Se trata entonces del surgimiento de una nueva religión imperiosa?, aislandofactores múltiples al tiempo de conjugarlos sabia y estratégicamente.

Ahora bien en el menor de los misticismos y seguramente en un impulso anticristiano ¿se puede tratar la “enfermedad” con banalidades espirituales?, tales que se oponen intrínsicamente a los efectos existenciales y propios de la existencia científica. Lo real contra lo inexistente. ¿Es posible enfrentar a los espíritus del malsin éxito y pasar por alto una pancreatitis aguda causada por el abuso del consumo del alcohol.

Los alcohólicos queremos morir muy bien espiritualmente, estar bien con las autoridades superiores que no vemos y descartamos lo vital de la vida. La masa corpórea humana entra en un plano de desinterés total. No es significativo entonces retribuir una cuota al orgullo pensándolo como herramienta y nocomo menoscabo del mal que nos aqueja, total el orgullo ¿que es?, no le pertenece al cuerpo, tiene su definición en lo espiritual.

No, pertenecemos a ninguna secta o religión alguna. Se instrumenta como un principio fundamentalista que pulula en la aberrante necesidad de continuar un movimiento que hoy -después lo aclararé- ha sido debidamente distorsionado. ¿No somos ya una base sectaria...