Autoestima
si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este problema con más rapidez y después tal vez te puedaayudar. E…encantado, -maestro- titubeó el joven, pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas. Bien, asintió el maestro. Se quitó el anillo en el dedo pequeño, y dándoseloal muchacho, agregó: toma el caballo que está allá afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas la mayor suma posible, pero noaceptes menos de una moneda de oro. Ve y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas. El joven tomó el anillo y partió Apenas llegó, empezó a ofrecer el anillo a los mercaderes. Estos lo mirabancon algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo. Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían,
otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amablecomo para explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven teníainstrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro y rechazó la oferta. Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado, más de cien personas,
abatido por su fracaso montó sucaballo y regresó. Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro! Podría entonces habérsela entregado él mismo al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su...
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