Autoestima

LA AUTOESTIMA Y UNA SOPERA
En las conversaciones de los primeros años de matrimonio, intercambiamos, varios episodios que habían afectado nuestra autoestima cuando éramos niños. Descubrimos que lamayoría de estos fueron desaciertos de personas que no eran de la familia inmediata, por lo que tomamos conciencia del esfuerzo que tuvieron que haber hecho nuestros padres. Así, nuestro propósitofue comenzar a educar una buena autoestima en nuestros hijos a medida que estos fueron llegando. Al reflexionar sobre el tema recordamos el momento preciso en que la autoestima paso a ser de unaconsideración más, un principio clave
Uno de nuestros hijos mayores, de pequeño era un tanto torpe con sus manos, hoy se diría” falta de motricidad gruesa”. Varias veces tuvimos vasos de agua derramadodurante el almuerzo y en otras la comida salía disparada de su plato. Se transformó en costumbre familiar evitar que esa niñito manipulara nada más que su propio cuchillo y tenedor. Pero en uno de esosdomingos estábamos en la cocina preparando el almuerzo cuando le pedí a este hijo de 8 años que llevara la sopera a la mesa. Y aun me persigue esa imagen en cámara lenta donde el me responde
-“Nopapá; yo soy muy torpe y se me va a caer la soper…”, pero en fin caí en cuenta de lo que sin querer habíamos hecho de ese niñito. Solo con nuestras miradas y actitudes, habíamos llevado a estehombrecito a calificarse y asumirse de torpe.
En el acto insistí que realizará mi encargo, asegurándole que no había razón para que ocurriera lo que él temía. Perola parte que recuerdo con más pena fuever su cara de verdadero pánico mientras procedía hacer lo que su padre le había pedido, teniendo mi hijo la certeza de que no alcanzaría llegar a la mesa.
Un incidente mínimo y posiblementedramatizado por mi vergüenza como padre, pero eso no es lo relevante. Este incidente me hizo ver cuanto daño se puede hacer a un hijo por no tener claridad sobre la importancia de la AUTOESTIMA en los niños...