Autoinstrucciones

VENGA, QUE TÚ PUEDES: EL ENTRENAMIENTO EN AUTOINSTRUCCIONES
Artículo publicado en Pedalier nº 16 Salida con el club. Se comienza tranquilo: qué tal, cómo fue la semana, yo como siempre, ¿y tú? Charla informal hasta que empiezan las hostilidades, y el ritmo se acelera. Los que van delante tensan la cuerda. Viene un repecho y ¡eh! ¿dónde va fulanito? ¡Palo, palo! Y todos detrás como locos. Asívarias veces. Llega el puerto y sigues contestando en las primeras rampas hasta que entras en la reserva y tu motor te dice que pares o no llegas arriba. Hala, que se vayan de una vez. ¿Os suena? Es una cantinela habitual en muchos clubes, y curiosamente estos “piques” sirven de motivación a muchísimos cicloturistas. Puede resultar muy sano siempre y cuando no se lleve al extremo y se convierta enuna obsesión, porque si a la tensión del trabajo y la vida cotidiana le añadimos la tensión en momentos de supuesto ocio no descansamos nunca y eso luego nos pasa factura. Y tampoco resulta útil, como muchos sabréis, picarse en los primeros kilómetros si nos quedan por delante muchos más o un puerto tras otro. Lo que pasa es que a veces no puedes evitarlo y... ¡a por él!. Luego, cuando estás muerto,te preguntas ¿y por qué me da a mí la vena de picarme si mira de lo que me ha servido? Vamos a contestar a ese porqué. Autoverbalizaciones Cuando somos niños, aprendemos a desenvolvernos en el mundo escuchando a los adultos. El lenguaje forma parte de nuestro desarrollo como personas. A medida que crecemos, asimilamos ese lenguaje no sólo para comunicarnos, sino para nosotros mismos, para pensar.Observando a los niños pequeños mientras construyen algo podemos escuchar como “hablan solos”. También suelen repetir en voz alta al leer y aprenderse la lección del cole: utilizan el lenguaje para organizar sus ideas. El siguiente paso es que esas verbalizaciones se hagan internas. Y después, pasan a ser subconscientes, como cuando aprendemos a conducir: siendo novato piensas: “piso embrague,meto marcha, suelto embrague, pongo intermitente...” y cuando ya llevas un tiempo conduciendo te sale automático, sin pensarlo. Cada persona vive unas determinadas circunstancias en su vida ante las que puede reaccionar de una u otra manera según su personalidad. Esta personalidad comienza en los genes y se va forjando mientras crecemos en base a esas verbalizaciones internas que se convierten en undiálogo con nosotros mismos. Independientemente de cuál sea la situación a la que nos enfrentemos, tenemos ese “esquema mental” en nuestra cabeza, y conforme al mismo actuamos. Las cosas no son realmente de una determinada manera, sino que dependen de como las percibimos. Como diría el refrán: “nada es verdad ni es mentira, todo es función del color del cristal con que se mira”. Pongamos unejemplo: ¿qué pasa cuando alguien hace un demarraje? Pueden darse los siguientes casos: a) Que sea uno de los “gallitos” del club (y de los que más andan). b) Que se trate de ése que puede que a veces ande un poco más que tú pero en otras ocasiones va peor. c) Que sea uno de los que “no andan nada”. Si eres una persona de carácter muy competitivo, probablemente te digas a ti mismo, según el caso:Eva Montero Domínguez – www.psicologiaclinicaydeldeporte.es

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a) Venga, tienes que ir a por él, vamos, que tienes que mejorar, venga, que le puedes coger. b) Ya estamos otra vez, pues no te creas que me vas a vencer, que esta vez te voy a coger yo, ya verás en cuanto pase esta curva el repecho que viene ahora, te voy a dejar tirado. c) ¿Pero dónde vas tú, chaval? Ahora mismo te meto envereda. Si, en cambio, sueles ir un poco más “a tu bola”, te dirás cosas diferentes: a) Bueno, ya están los de siempre, anda, largaros y dejarnos tranquilos a los demás. b) Vaya, hoy tiene el día bueno, en fin, pues nada, yo a mi ritmo. c) Anda, mira el chaval, si resulta que al final también es un globerillo... A partir de este diálogo interno, podemos imaginar cuál sería la conducta de cada...