Autonomia y legitimidad

CAPITULO 8.- AUTONOMÍA Y LEGITIMIDAD: LOS EMPRESARIOS Y EL NUEVO ORDEN INSTITUCIONAL.

Entre septiembre y diciembre de 1982, después de la explosión de la crisis económica y de la nacionalización de la banca, se abrió un nuevo periodo del desarrollo económico en México que se distingue con claridad del que ha sido denominado “posrevolucionario” (1949-1982). Ese año será reconocido como aquelloen el que el presidencialismo mexicano protagonizó su último episodio expropiador e inició la construcción de un orden político-económico de características diferentes a las de su pasado posrevolucionario.
La nacionalización de los bancos fue el último esfuerzo del presidencialismo en México por afianzar su poder sobre las bases “doctrinales” de la revolución mexicana; sin embargo para el nuevogrupo que a partir de diciembre de 1982 se haría cargo de la conducción de la política económica, esas bases estaban agotadas y fue necesario adoptar un rumbo distinto para establecer la nueva concepción, tanto del papel del gobierno en la economía como de la estructura misma de la economía nacional.
Miguel de la Madrid fue el encargado de iniciar una transición hacia una nueva forma de organizarla relación entre el Estado y la sociedad que rompe manifiestamente con la ideología de la revolución mexicana para dar paso a la reformulación de las relaciones de poder real.
Siendo al gobierno de Salinas de Gortari (1988-1994), quien estableció los principios de un reordenamiento de la sociedad nacional. Su política estuvo marcada por un reformismo institucional destacando las reformaseconómicas llamadas “reformas del Estado”; la política de Salinas tuvo diferencias con los ejes de políticas anteriores, pero no hubo una ruptura con sus principios económicos.

PERSISTENCIA DEL CONFLICTO.

Después de que se tranquilizara el descontento por la privatización de la banca, Miguel de la Madrid empezó a manifestar de que su política se encaminaría a un reajuste y realismo económico, sinembargo el descontento de los empresarios se puso de manifiesto, surgiendo un clima de inestabilidad para los negocios, se comenzaron a sentir los estragos de la crisis, otra razón de descontento fue la incertidumbre acerca del contenido de las políticas para mejorar las relaciones con el sector privado, aunado a la dualidad que López portillo había tenido, poniendo en practica programas de gastose inversión pública que se contradecía con otra línea política, también aplicada en el mismo periodo de restricción económica, siendo este descontento la razón más profunda de resistencia empresarial, ya que la presencia de esta dualidad institucional y el margen de discrecionalidad reflejado por la institución presidencial era inaceptable para la actividad empresarial y el desempeño de laeconomía, por ello el empresariado con excepción de Canacintra, se opusieron a las políticas de gastos e inversión económica estatal.
Dentro de los tres meses seguidos a la privatización de la banca, se produjeron varios movimientos sin embargo estos movimientos no fueron homogenizados ya que hubo división entre los empresarios, destacando dos grupos el de los moderados y el de los radicales, marcándosediferencia relevantes entre 1982 y 1988, siendo en esta última fecha en que se iniciara la vigencia del pacto de Solidaridad Económica, dicho pacto versaba en un arreglo político que constituía la resolución de una transformación de las “propiedades estructurales” de las instituciones en las que cuadran la relación entre los empresarios, el Estado y la economía.
Cabe destacar a pesar de laviolenta sacudida que provocó la nacionalización de la banca, no todos los empresarios reaccionaron uniformemente en el reclamo y rechazo a las medidas tomadas por el gobierno, por ejemplo los banquero se ampararon contra la expropiación, los industriales no pusieron objeción ya que su deseo era que los recursos de la banca se canalizaran a la industria; la confederación de comerciantes (concanaco)...