autonomia
Resulta fácil oír en boca de un adolescente: en mi casa me tratan como si todavía fuera pequeño. También es habitual que padres y madres se pregunten: ¿cuándopodemos y debemos dejarle tomar decisiones importantes? El primero hace tiempo que quiere volar solo. Los segundos sienten que todavía está "tierno". Este pequeño dilema familiar se convierte en conflictosocial general cuando un chico o chica de, por ejemplo, 15 años ha de tomar decisiones que suscitan preocupación en sus mayores. Cuando se arriesgan o cuando se saltan gravemente las normas y deseamoscastigarlos. Cuando han de decidir sobre su maternidad, cuando los queremos encerrar para que no alteren la paz adulta. Al final, siempre la duda: ¿a qué edad? , las respuestas siguen lastradas pordos conceptos: la madurez y la minoría. El primero de ellos es subsidiario de una concepción de la infancia como proceso de crecimiento y acumulación, según la cual hay un momento determinable en el quese han adquirido suficientes competencias. El segundo depende de la idea jurídica de la capacidad de obrar y de ser imputado, que las normas han de fijar en una u otra edad. Antes se es menor,después se es mayor.
Ese esquema dicotómico es inviable hoy, al menos, por tres grupos de razones. En primer lugar, porque, desde hace más de dos décadas, tenemos entre nosotros un nuevo ciclo vitalobligatorio y largo que es la adolescencia. Pero todavía no hemos definido para qué sirve, cuáles son sus tareas y cuál es su estatus entre los ciclos adultos y las etapas infantiles. No vale decir que noes ni lo uno ni lo otro.
El segundo grupo de razones tiene que ver con la psicología de los ciclos evolutivos. Cada periodo, aunque tenga que ver con el anterior y el siguiente, tiene sentido ensí mismo. Tiene una lógica interna, unas necesidades propias, unas conductas singulares. No se es ni una miniatura adulta ni un proyecto de futuro, se es una realidad de presente (que puede...
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