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…la vez que me enamore en un parque?
Ese día era uno de tantos a los que ya estaba acostumbrado, el ultimo día de esa monótona semana, al menos tengo un fin de semana para ordenar mi mente, eso era lo que pensaba mientras caminaba a casa, caminando por esa calle tan tranquila y serena, sin perros ni gatos, ni niños ni sus madres, adoro esta calle porque esta distanciada del resto como yo, lascasas son de familias pudientes y ancianos retirados, es por eso que todo esta en silencio.
Termine el tramo y salí de nuevo a las calles principales, llenas de gente apestosa y altanera que no se dignan a ver a alguien a la cara, hipócritas saliendo de iglesias yendo a bares oscuros o aenviciarse en alguna otra basura que los aparte de su realidad; quizá yo también necesitaba de un vicio para distraerme pero no.
Por fin termine de caminar por esas calles y llegue a mi colonia, pase por el parque que frecuentaba visitar con mi sobrina pequeña, Ágata; una niña distraída pero lista en el fondo, a veces creo que es mas lista que yo o el resto del mundo. La calma había vuelto enparte y el alboroto de los autos y las personas aun no desaparecía por completo pero era mas soportable.
“HOLA!” grite al llegar a mi casa aun vacía, soy el primero en llegar, aunque debí de darme cuenta al ver que las luces estaban apagadas, deje mi mochila en un sillón y me desplome en el siguiente – ¿donde esta el control? – alguien toco la puerta y con algo de hastió me levante para abrir,debían ser mis padres pero la cara de alguien mas se asomaba por el cristal alguien con vestido y tacones, destaco Ágata por sus coletas y estatura; esto me hizo sonreír de una forma muy sincera, sabia que Alejandra dejaría a Ágata por todo el fin de semana. Al abrir la puerta Ágata entro corriendo saltando al sillón mientras Alejandra, su madre y mi hermana se quedo afuera – se que estas ocupado pero –no te preocupes – le interrumpí – tengo libre el verano – Gracias, ¿pero podrás cuidar de ella por mi un mes? – dijo ella – se oye como un reto – le conteste sonriente – Bien, debo irme ya, pero saluda a los viejos por mi – Claro, te veo en un mes… - trate de decirle mientras ella subía al auto y arrancaba. Tío tío – grita Ágata corriendo a sujetarse de mis piernas.
Llego el día siguiente, trasun agotador dia jugando con mi sobrina, me sentía mejor pero seguía faltando algo, me levante de mi cama, abrí la ventana y vi la calle tan callada por la mañana, las ancianas barrían la calle y chismorreaban entre ellas sobre cual seria la próxima por la que tendría que rezar, era desconcertante la forma tan tranquila en que veían la muerta de sus amigas; pero en cierto modo las entendía, eranmujeres que habían vivido sus vidas de una forma plena y solo les quedaba descansar hasta que su hora se llegara. No hay razón para temerle al fin de nuestros días a todos nos llega la hora, la muerte esta tan segura de su victoria sobre nosotros que nos da una vida completa para tratar de evadirla o esperar a que nos alcance, es nuestra decisión irnos por las buenas o por las malas pero de un modou otro, para bien o para mal nos acabamos, entonces porque… - Tío, quiero huevos estrellados, oye despierta. Me sacudí un poco las ideas, mi sobrinita acababa de despertar con un estomago vacio como el mío. Bajamos a desayunar, sabado por la mañana, vacaciones, una mañana fresca, la casa esta vacia hasta la hora de cenar – ¿Cómo están los huevos? – “genialosos”. Me respondió Agie con una carasonriente y manchada por el desayuno. – tio? – Eh? – me “llievas” al parque? – esta bien, pero báñate primero – SIIIIII.
“Hmmm, yo también debería acicalarme un poco” pensé, subi al segundo baño y lave mi cara de dormido con agua fría y fresca, trate de arreglar un poco mi cabello y me quite la pijama, un pantalón de mezclilla y una playera gris, listo ahora a esperar a que mi damita termine....