Autorretrato En Espejo Convexo

La poesía de John Ashbery es la reflexión sobre aquello que creemos haber visto con la mirada y lo que realmente no hay. Publicada en 1975, por un hombre nacido en un periodo algo complejo para estecaótico mundo, y que menos turbulento para las fronteras, las ideas y las economías. Ashbery plantea en su escritura un vistazo y un rasgo entre los que existe un vacío temporal, salto incalificableen el lugar del entretanto, que ocurre sin una dirección definida. El curso de la poesía que John Ashbery emplea a lo largo del poema, nos mueve a seguir, a continuar de una forma incansablemente, enla exploración anunciada de una conexión que no terminará por encontrarse nunca, que se luce tan sólo como una invitación, (aun que más bien deberíamos decir que se muestra), como un anuncio de unarelación temporal desigual con el lenguaje.
Predomina a lo largo de todo él, la sensación de caos controlado y el entrenamiento posmoderno de asimilar con precaución y gracias a una distancia e ironía(algunos de los enclaves de las fisuras vanguardistas) o, para ser más correctos, modernistas, tal y como aplican este vocablo los angloamericanos (en un contexto más dilatado que el que denota en elcastellano “vanguardismo”).
El poema se demuestra como el término de desencuentro que se puede dar entre dos espacios que observan a destiempo sus diferentes compases en la intermitencia delreflejo que se representa, pues su “eje central”. Está formado por adversativas en un continuo movimiento que lo cambian una y otra vez; la organización se exhibe como un saludo vacío, que se divulga sinser desvelado. La irregularidad de la ruina distribuciones que caen y nadie oye nace entrevista en «un chispazo», que dominado por el trazado de la sintaxis. El espejo guarda o retira más de lo querefleja o explaya. Por lo que, esa es, o esa podría ser – frente a esta poesía de Ashbery estamos inevitablemente condenados a que no podemos hacer otra cosa, salvo la de especular— la tirantez que...