Avándaro

Avándaro: El rock como arma de manifestación
A partir de 1965 México atravesaba por un periodo de despertar de conciencias, de lucidez, de puesta en duda de lo tradicional y cuestionamiento de los valores establecidos. Los jóvenes mexicanos adquirieron un repentino interés por lo público y así lo manifestaron: salieron a las calles a gritar lo que pensaban, lo pintaron en muros, pancartas, loescribieron en panfletos y fanzines, le hicieron saber al poder que tenían voz y estaban dispuestos a hacer uso de ella. Durante este lapso ocurrieron tres acontecimientos que marcaron esta nueva conciencia, esta rebeldía racional. El primero, y quizá el más espantoso falleció en el concreto ensangrentado de la Plaza de las Tres Culturas, el 2 de octubre del 68. Como si no fuera suficiente, el 10de junio del 71 volvió a derramar sangre la ya herida juventud. El último de estos eventos fue el Festival de Rock y Ruedas de Avándaro. Podría creerse a simple vista que un festival de música no tiene relación con los dos anteriores hechos, pero si uno observa con más atención todo encaja. Porque Avándaro no queda claro en el raciocinio de los mexicanos que lo vivieron, porque Avándaro no fueesa orgia degradante y grotesca que los medios de comunicación dieron a conocer hasta el cansancio, no fue esa depravada reunión donde miles de jóvenes se entregaron al pecado, al libertinaje, al desenfreno idiota. No, fue otra cosa.
Entonces surge la pregunta obligada, esa que ha estado en el aire por cuarenta años: ¿Qué representó Avándaro en el contexto sociocultural y político delMéxico del 70? ¿Cómo cambió la percepción del Poder y la juventud? Y sólo basta echar un vistazo a las pruebas de la historia para que se formule, como si esperara nacer, una atrevida hipótesis: Avándaro fue un símbolo del poder de las conciencias despiertas, del poder de una multitud de jóvenes hartos del “pan con lo mismo”, del poder del rock, pero sobre todo, del poder del Poder, del poder y elmiedo del Estado. El festival y su desenlace confirmaron que si el Estado quiere, puede desarmar un movimiento con unas simples maniobras mediáticas.
A sólo tres meses del jueves de corpus, comenzó a organizarse el festival de música de Avándaro, como paso obligado de la creciente Onda Chicana, naciente estilo original del rock mexicano, un rock fresco, novedoso. La Onda Chicana llevó a Avándaro alas 12 bandas más influyentes del rock mexicano, quienes comenzaban a separarse de los estigmas plagiarios de su vecino del norte. Las letras de sus canciones hablaban de Amor y Paz, de puertas de la percepción, de drogas y libertad, de rebeldía. Se demostraba así, que el rock original en nuestro idioma era posible. Federico Rubli (2011, p. 7) historiador de rock, expresa que el Festival deAvándaro representó el climáx del movimiento Chicano y al mismo tiempo el principio de su fin.
Pero algo más estaba naciendo, algo más profundo, en las cabezas greñudas y sucias de la mayoría joven. En las mentes de estudiantes, músicos, artistas, obreros, hijos de vecino, sutanos de tal, estaba surgiendo una idea, un “hacer las cosas distintas”, un “unidos venceremos”. Carlos Pomineli (1975, p.82)define tal movimiento como “un nuevo poder joven cuyo código era el rock”.
Todos los jóvenes estaban cansados de ser piezas de ajedrez que podían ser sacrificadas en cualquier momento, estaban enfermos de México, de la realidad que se vivía en México. “El joven conoce la realidad. Tan la conoce, que por su causa sufre. No está conforme con ella, y si no la quiere para él, tampoco la quierepara sus padres, ni para sus hermanos, ni para sus hijos.” (Zabludovsky, 1972) Por ello Avándaro era una esperanza. Con la fuerza de la música, de sus voces, de sus mentes, podían gritarles a los dirigentes del gobierno que no estaban de acuerdo con ellos. “Avandaro encarnó la fantasía del rechazo a México, congelada la noción “México” en un lugar común de la sociedad tiránica de los adultos”...