AVANCES
el milenio huérfano
ensayos para una nueva cultura política
(PRESENTACION DE JUAN CARLOS MONEDERO)
SOBRE EL POSMODERNISMO DE OPOSICIÓN1:
Quizás hoy más que nunca los problemas más importantes de cada una de las
ciencias sociales, lejos de ser específicos, coinciden con los que las ciencias sociales afrontan en general. Incluso algunos de estos problemas son también
característicos de las ciencias naturales, lo cual me lleva a pensar que son
síntomas de una crisis general del paradigma de la ciencia moderna. En este
capitulo examinaré un problema que puede ser formulado mediante la siguiente
pregunta: ¿por que se ha vuelto tan difícil construir una teoría crítica? Éste es un
interrogante que la sociología comparte con el resto de las ciencias sociales.
Como primera medida formularé el problema e identificaré los factores que
contribuyeron a que fuera particularmente importante durante la década de los
años noventa del pasado siglo. Posteriormente sugeriré algunas pistas para la so
lución de este problema. Así mismo, a lo largo de estos párrafos expondré en
detalle lo que entiendo por posmodernismo de oposición.
EL PROBLEMA
El problema más desconcertante con el que se enfrentan las ciencias sociales hoy
día puede ser formulado de la siguiente manera: si a comienzos del siglo XXI vivimos en un mundo en donde hay mucho para ser criticado, ¿por qué se ha
vuelto tan difícil producir una teoría crítica? Por «teoría crítica» entiendo aquélla
ra que se la
conciba, es considerada por la teoría crítica como un campo de posibilidades,
siendo precisamente la tarea de la teoría crítica definir y ponderar el grado de variación que existe más allá de lo empíricamente dado. El análisis crítico de lo
que existe reposa sobre el presupuesto de que los hechos de la realidad no
agotan las posibilidades de la existencia, y que, por tanto, también hay
alternativas capaces de superar aquello que resulta criticable en lo que existe. El
malestar, la indignación y el inconformismo frente a lo que existe sirven de
fuente de inspiración para teorizar sobre el modo de superar tal estado de cosas.
Las situaciones o condiciones que provocan en nosotros malestar, indignación e
inconformismo parecen no ser excepcionales en el mundo actual. Basta recordar
que las grandes promesas de la modernidad aún están por ser cumplidas, o que
su cumplimiento ha terminado por precipitar efectos perversos.
La promesa de la igualdad resulta ser un caso elocuente. Los países capitalistas
desarrollados, que abrigan al 21% de la población mundial, controlan el 78% de la
producción de bienes y servicios, y consumen el 75% de toda la energía generada. Los trabajadores de los sectores textil y energético en el Tercer Mundo
ganan en una proporción veinte veces menor en comparación con los
trabajadores de Europa y Norteamérica, realizando el mismo tipo de trabajo y
alcanzando el mismo nivel de productividad. Desde que la crisis de la deuda
emergió a principios de la década de los ochenta, los países deudores del Tercer
Mundo han venido contribuyendo a la riqueza de los países desarrollados en
términos de liquidez, pagándoles anualmente un promedio de 30.000 millones
de dólares más de lo que ellos a su vez reciben por concepto de los nuevos
préstamos. En el mismo período los alimentos disponibles en el...
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