Avanza

AVANZA
"Aladdin es un magi, una persona realmente amable y lo más curioso es que no necesitamos hablar, el silencio lo hace por nosotros. Siento que él comprende mejor que nadie la soledad que sentí en el pasado y aún que yo no sea capaz de sentir o comprender su dolor puedo estar segura de que siempre estaré a su lado, en esta vida y en la otra ¿Eso es lo que hacen los amigos, no?
Alibaba,cuánto le debo a él... No os lo podéis imaginar. Rompió unas cadenas que yo fui incapaz de romper, sin necesidad de fuerza ¿Qué clase de persona tan maravillosa es capaz de hacer eso? Él, sí, estoy segura de que será un rey fantástico que haga brillar al mundo, sin ninguna duda. Probablemente nunca pueda devolverle todo lo que le debo, ni a él ni a Aladdin.
La libertad hace a la persona y fuegracias a ellos que ahora soy lo que soy. ¿No os parece increíble como dos personas que hace apenas unos meses eran desconocidos pueden llenar un vacío tan grande en tu interior...?"- Yunan posó su mano en el hombro de la chica que estaba arrodillada en el suelo sosteniendo un pequeño ramillete de flores en sus manos, dejándolo en el suelo y levantándose ante el toque de atención del chico. Miró porúltima vez el horizonte que parecía arder en unos tonos tan cálidos y arropadores que su corazón se encogía, la brisa despeinando sus pelo laceo y ondulando su vestido, hacía agitar las hojas de los secos árboles que aún el imponente calor del día seguían viviendo con escasa agua. El sol descendía perezoso tras la delgada línea marcando el fin del día, era hora de partir. La alta hierba rozaba suspies desnudos y bailaba junto a la brisa nocturna mientras el cielo destapaba el manto que cubría la luna y esta, con su plateada sonrisa iluminaba las dos sombras que avanzaban entre la espesura de la sabana.
Con cada paso se alejaba más del que una vez fue su hogar y sentía una presión en el pecho, tenía ganas de llorar, quizás más de lo que ya lo había hecho en días anteriores. Nunca olvidaríaese día en que en un impulso, desafió las advertencias de Yunan y cruzó la línea hacia el "otro lado". Corrió con tal desespero, con tantas ansias de saber, de ver, de sentir. Corría a través de la espesura del bosque que la separaba de su anhelo más impaciente, y sin molestarse a apartar las ramas y raíces que se ponían en su camino siguió corriendo pese a los rasguños y tropiezos. Fue entonces,con su vestido sucio y el pelo desarreglado y lleno de hojas, que logró llegar a esa enorme llanura que se extendía frente a ella. Justo como en sus recuerdos. Su respiración agitada y entre cortada y los fuertes latidos de su corazón retumbando contra su pecho era lo único que se podía oír, su mirada se perdió a lo largo de ese paraje en la cúspide del atardecer y dio un paso al frente, luego otro,y otro, y otro y sus sentimientos se desbordaban, explotaban y arremetían con todo violentamente, con esa desesperación que tantas veces tuvo que soportar de pequeña y con esas ansias de libertad que le fueron negadas por tanto tiempo.
Y corrió, volvió a correr hacía la dolorosamente desolada llanura, donde solamente quedaban runas. Al llegar a ellas miró al rededor en un gesto de desesperanzaen busca de... algo, algo que le hiciera conservar las esperanzas en las que tanto había confiado y se arrodilló entre los escombros y empezó a removerlos, buscando, con las lagrimas ardiendo en sus ojos, y con una frustración que se tornaba en ira al solo encontrar polvo, polvo que se escurría entre sus dedos. "No, no, no, no, no, ¡NO!" Gritó invadida por la desesperación del momento. Se levantódecidida a no creerse esa realidad tan funesta y dejar que sus sueños se convirtieran en una montaña de polvo junto con las runas, y caminó en busca de algo más, lo que fuera, algo que le dijera que eso no era el final de su viaje. Fue entonces cuando de la nada, delante suyo apareció un pequeño mono que la miró unos segundos, fue corriendo hacia un montoncito de escombros y de entre ellos sacó...