Ave maria

Tres veces tres, la Ciudad de México ha sido invadida por criaturas sobrenaturales, provenientes de todos los rincones de la tierra; entidades pluriformes, decadentes, abrasivas, dementes ypeculiares que reptan de las pantallas hacia nuestros corazones y ojos, mesmerizándonos con sus exóticos atavíos de plata y lana, fundiéndose en nuestras almas. El Festival Macabro lleva nueve años de crear unpequeño nicho para todos los Misfits del séptimo arte, un punto de reunión para todos los filmes que no caben en ninguna categoría.

Es una labor complicada decir algo nuevo sobre este festival,después de tres años de estar en contacto y apoyándolos; pero por suerte el horror, el gore, el cine B y los cortometrajes experimentales son una parcela literalmente fértil. Edna Campos ha sido unaespecie de Edward Scissorshands, que con sus propias manos ha creado maravillosos y terroríficos espacios para los cinéfilos más extremos. Esgrimiendo un espíritu completamente independientemente haconstruido, literal, ladrillo por ladrillo, el castillo pentagruélico en el que habitan las monstruosas creaciones que se exhiben en el Festival macabro año tras año. Entre las innovaciones traídas esteaño para el Festival macabro, fue el pacto realizado con otra institución que gusta de explorar los límites del arte y del entendimiento: la Universidad del Claustro de Sor Juana, en sus virreinalesinstalaciones pudimos disfrutar de las conferencias que dio Casandra Vicarios sobra la adaptación de American Psycho, realizada hace una década, ahondando en los significados y transmutaciones que sufrióel filme de Hitchcock pero, sobre todo, analizándolo como un documento que evidencia muchas dolencias de nuestros tiempos. He de admitir que entre los eventos más destacados estuvo la magistralmusicalización de la cinta L´inferno (1911) del italiano Giuseppe de Liguoro, una adaptación basada estéticamente en los trabajos del pintor, Gustav Doré, para después de tres años ininterrumpidos...