avelino stanley -tiempo muerto

 La maquina no demoro en partir . Hizo lo que queríamos para que la gente aglomerada allí deja dejara de mirarnos tanto como si fuéremos bichos raros. Yo ,que siempre aprovecho todo, buscaba ellos a ver si reconocía a mi tío , un hermano de mi madre. Durante unos diez anos oí decir allá en nevis quevino para este país . Fue por esa razón que me decidí a venir a esta tierra. No sabía su dirección y nunca la pregunte. Además , allá en las islas nadie sabía la forma de localizar a los parientes que tenían aquí. Decían el nombre de los ingenios donde vivía cuando lo recordaban, y ya , con esoera suficiente. Yo siempre pensé que era igual en todas partes. Que los ingenios, aunque eran varios, estaban en un solo poblado y que podría encontrar al tío por las calles o por referencia. Como sucedía en nevis . En eso falle. Es que si me ponía a averiguar una dirección iban a sospechar de mi viaje. Y no quería que nadie supiera de mipartida. Por eso no le dije nada a nadie cuando Salí.
La maquina partió dejando un humo parecido al de las chimeneas que habíamos visto desde el mar. La maquina tomo velocidad. Con un pito ensordecedor que no cesaba penetro a un carril cubierto de cañas. Erancañaverales interminables, como yo jamás lo había visto. Con la velocidad de máquina y el bailoteo de los vagones , el calor disminuyo un poco. No mucho. Nosotros casi ni hablábamos .Hombres sin camisas . Estaban cabizbajos ysilenciosos . En la tierra jugando a no se sabe que , estaban dos o tres niños. Tampoco sonreían. Todo aquello solo parecía el reinado de la tristeza. Así lo veíamos hasta que los caseríos se quedaban perdidos en la distancia.
La maquina separo frente a un espacio tan grande que parecía un lugar techado para jugar pelota . Bajen y entren al “piso de azúcar” , ordeno el maquinista que nos trajo. ¿Y puede haber un piso de azúcar ? , me pregunte . Era un almacén enorme y estaba vacío, solo esperaba que la zafracomenzara a dar resultado para llenarlo de sacos de azúcar. Por eso su nombre .Quedábamos justo al frente a dos hombres que guardaban sentados junto a una mesa solitaria con papeles encima. Yo , de inmediato, me fijaba en cualquier persona que veía. En todos buscaba un parecido con el rostro de mi tío . Pero nada .Solo pude identificar de nuevo el olor intenso a melao , a azúcar . Iba a ser difícil apartarse de el.
Unos de los hombres que estaba junto a la mesa nos hizo una señal para que dejáramos los paquetes . Hicimos una fila frente a la mesa. Nos hablaban en español .Entendemos más bien por la señales que nos hacían , por intuición o por puro milagro. El grupo restante repetía lo que hacia el primero. En uno de los papeles vi la fecha del dia, la capte porque estaba abreviada : dieciséis de octubre de 1932. Era domingo ese hecho me hizo recobrar la noción del tiempo....