Axolotl

Axolotl
En el presente ensayo trabajaré el cuento “Axolotl” de Julio Cortázar. Me centraré en la identificación hombre-axolotl, su transfiguración y cómo esto resulta tan normal como extraordinario dentro de lo que Alejo Carpentier denomina lo “real maravilloso”.
Al comienzo del texto, el narrador nos plasma su pasado como persona, como ser humano, mediante una analepsis; y su presente, comoaxolotl, explicitándolo en la última oración del primer párrafo.
“Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario Jardín des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.”
El narrador, el protagonista, es un hombre moderno de las calles de París, un hombre solo, tenue, sumergido en sí mismo, talvez incomprendido y que busca en su soledad, quizás, la salida de su laberinto interior atormentado por la ciudad, por el materialismo, por su ferocidad; y la respuesta a su fracaso social. Cabe mencionar que su ida azarosa al zoológico es debida a los “verdes entre tanto gris”, un descanso entre tanta mezquindad; sin embargo, nunca había entrado en el “húmedo y oscuro edificio de los acuarios”,nunca había querido entrar a un lugar tan similar a su propia vida, a ese “oscuro edificio” donde se encontraría con seres como él, con él, con su otro yo, con axolotl. Sólo una mirada, tan pasiva como fulminante, tuvo que acaecer para que se produzca la conexión entre tales mundos, hombre-animal. Repentinamente nuestro personaje se encuentra frente a seres letárgicos, eterno infinito silencio. Esincreíble el alcance, el poder, de dos diminutos puntos áureos.
Nuestro protagonista es atrapado por estos peculiares animalitos. Pero decir “atrapado” resulta insuficiente, ya que él queda obsesionado, sumido en la estupefacción de la mirada inmóvil, quieta, insensible pero a la vez terrible, de los axolotl; él les teme, ellos lo devoran en un “canibalismo de oro”. Todos los días se presentaen el zoológico. Todos los días se pasa horas y horas frente al vidrio, frente a esa fina barrera que separa dos mundos intrínsecos, siendo al menos así para nuestro desvarío. Cabeza contra el cristal de un lado y del otro, hombre y axolotl compartiendo una mirada, reflejándose mutuamente. Incluso a la distancia, no hacía más que pensar en ellos.
La quietud sumida en caos fue lo que lo atrapó.Esa abolición del espacio-tiempo, esa inmovilidad indiferente. Ese paralelismo de los ojos de los axolotl, la presencia de una vida diferente de otra manera de mirar, y sus propios ojos. El contraste con respecto a la mirada estúpida de los demás peces, semejante a la humana, semejante a sus semejantes.
“Fue su quietud lo que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi a los axolotl.Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente.”
“Al lado de ellos, en los restantes acuarios, diversos peces me mostraban la simple estupidez de sus hermosos ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente de otra manera de mirar.”
Siempre tuvo esa sensación de que estabancerca, vinculado uno con el otro, él con los axolotl. Se dedicó a la comprensión de aquella relación. Al principio los veía como entes, como “eso”, sobrepasaban la clasificación de animales. “Eso miraba y sabía. Eso reclamaba. No eran animales”. Seres conscientes, esclavos de su cuerpo, condenados a un silencio abisal. Lo consumía la necesidad, la compulsión por encontrar lo que hay bajo esos ojosáureos; esa expresión que aparece debido a la extrema inexpresividad; esa conciencia insondable. El cuerpo rosado, traslucido y casi inmóvil de los axolotl también los asemeja a fetos flotando en amnios, entidades de vida de vidas primigenias y latentes, que evocan los orígenes humanos. También son sus caras talladas en piedra "inexpresivas y sin embargo de una crueldad implacable" que remiten a...