Ay Mis Ancestros
Anne Ancelin Schützenberger
A mi hija Helene, y a mis nietos, Aude, Pierre y François. Agradezco a mis alumnos de prácticas, enfermos y estudiantes, el haberme enseñado tanto en las transmisiones y los aprendizajes y repeticiones degeneración en generación.
Los muertos son unos invisibles No son unos ausentes. San Agustín.
Contenidos: Contenidos:.................................................................................................... 4 El pasado está vivo. ....................................................................................... 5 El loro del abuelo.......................................................................................... 5 Desde lo inconsciente al genosociograma. ................................................... 7 Terapia familiar ........................................................................................... 16 y genograma/genosociograma. .................................................................... 16 Lealtades Invisibles..................................................................................... 20 Psicosomática / somato- psíquica................................................................ 31 La “body mind connection”. ....................................................................... 31 La cripta y el fantasma. ............................................................................... 48 El origen y la muerte................................................................................... 53 Mis investigaciones sobre el genosociograma ............................................ 62 y el síndrome de aniversario. ...................................................................... 62 ¿Cómo establecer un genosociograma? ...................................................... 75 Mi práctica clínica de lotransgeneracional................................................. 91 Ejemplos Clínicos ..................................................................................... 102 con genosociogramas simplificados.......................................................... 102 Conclusiones, La "canopea" humana 163 Anexos....................................................................................................... 145
El pasado está vivo. El loro del abuelo.
Era el verano, un día por la mañana. Estaba sola, de vacaciones en casa de colegas y amigos, en el Sur de Francia. Despertada temprano, había salido sin ruido en el jardín para ver el amanecer sobre las montañas, detrás de Sainte-Baume. Ignorando las costumbres de la casa, y no queriendo molestar, estaba tranquila, cerca de lapiscina, debajo de unos pinos parasoles. Todo estaba tranquilo… Todo estaba “en orden y belleza… lujo, calma y voluptuosidad”. De repente: “A la mesa!” gritó de lejos una voz imperativa: “A la mesa! Rápido, rápido, rápido, a la mesa!…” Los perros se precipitaron, yo detrás, en el gran comedor, en el “living” en donde… no había nadie. La voz, una voz masculina, segura, cierta de su buen derecho, yacostumbrada a dar ordenes, la voz repitió: “A la mesa! Mónica, rápido! A la mesa!” “Y ponte derecha” (instintivamente, me erguí). Los perros se orientaban según la voz, y se pararon frente a …la jaula del loro, esperaron e hicieron “el guapo”… para luego irse a dormir otra vez. Estaba tan asombrada como ellos y volví al jardín para esperar. Más tarde, en el verdadero desayuno dominical, animado,simpático, relajado y caluroso, mi amigo Miguel me explicó que, cuando falleció su abuelo, había heredado el loro – un loro centenario – que, a veces, “hablaba” tal y como se hablaba antaño en su familia… Era verdad hasta quedar confundido. A veces era el abuelo (médico) llamando a toda su gente para comer – sobre todo los nietos -, a veces uno u otro de los miembros de la familia o de sus...
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