Ayll N Jos Naturaleza Cultura Y Persona Humana
José Ramón Ayllón 2003
Ariel Editorial. Barcelona.
Capítulo 9
NATURALEZA Y CULTURA
1. La naturaleza humana
De entrada, conviene aclarar los términos. La naturaleza de un ser expresa su forma de ser y de actuar: sus cualidades esenciales y sus operaciones. Así, la naturaleza del agua está determinada por su composición de hidrógeno y oxígeno, y se manifiesta por su ausenciade color, olor y sabor, su estado líquido, su temperatura de congelación y ebullición, etc. En este sentido ‑y no como conjunto de seres naturales que forman el universo‑ dice Aristóteles que la naturaleza es la esencia de los seres que poseen en sí mismos el principio de su movimiento. Esa definición nos permite, entre otras cosas, distinguir lo natural de lo artificial.
La reflexión sobre lanaturaleza humana pasa necesariamente por el análisis de los dos grandes rasgos que la definen: lo animal y lo racional. En el prólogo de su Antropología adopta Kant ese doble enfoque fundamental: lo que somos como animales y lo que hacemos con nuestra inteligencia. Como animales somos biología. En cambio, lo que hacemos con nuestra inteligencia (arte, ética, derecho, religión ... ) está másallá de nuestras posibilidades biológicas. De ahí nace una cuestión siempre abierta: ¿Es la inteligencia un efecto de nuestro cuerpo, o debemos entender nuestra corporeidad animal como sustrato material de la libertad inteligente? Se trata de una pregunta clave, que podemos formular con otras palabras: puesto que el hombre es un animal racional, ¿es lo racional una cualidad derivada de lo animal o,por el contrario, son dos formas de vida irreductibles, aunque aparezcan inexplicablemente compenetradas?
Este problema no se plantea en ningún otro animal, y aparece en el hombre porque su cualidad racional, además de pertenecerle en exclusiva y hacerlo único sobre la Tierra, le añade una dimensión que rebasa por completo las medidas y las proporciones de la biología. Por eso afirma Jaspers queel hombre, único animal inteligente, es un animal transbiológico. Si Kant hubiera tenido que explicar esto a jóvenes alumnos, podría haber escogido un sencillo ejemplo: la naturaleza ha hecho el mineral de hierro, pero cuando vemos el hierro transformado en acero y convertido en piezas de un automóvil o de un reloj, sabemos que todo eso ya no es obra de la naturaleza. Algo parecido puede pensarsedel sustrato biológico del ser humano cuando lo vemos capaz de amar, entender, autoentenderse y conducirse libremente.
Desde el punto de vista biológico, el hombre es un animal, pero no uno más sino el más raro y original, el más curioso, complejo y fascinante. Al nacer es el mamífero más inviable y desprotegido por la naturaleza. Con el tiempo aprenderá a correr, saltar y nadar como otrosanimales, pero también aprenderá ‑y esto en exclusiva‑ a hablar, a fabricar y utilizar instrumentos. Ninguna otra especie logra algo parecido, y esa diferencia no la marca un órgano distinto sino una sorprendente capacidad inmaterial: la libertad inteligente.
La ciencia nos dice que en el mundo sólo existen partículas físicas carentes de conciencia y de intención. Pero los hombres formamospar‑te de ese mundo y, a la vez, somos seres conscientes y libres. El problema nos afecta muy personalmente al intentar entender cómo se compenetra la exterioridad corporal con la interioridad psicológica, pues ciertos rasgos esenciales de nuestra constitución subjetiva parecen imposibles de encajar dentro de nuestro cuerpo físico. El más importante de esos rasgos es la autoconciencia. Yo, en elmomento de escribir esto, y tú, lector, en el momento de leerlo, somos conscientes. Pero nadie sabe cómo puede ocurrir tal cosa, cómo un sistema físico puede ser consciente. La autoconciencia es un conocimiento reflejo, una capacidad que el hombre tiene de conocerse a sí mismo. Supone un inverosímil desdoblamiento del sujeto, una duplicación real que hace posible experiencias tan comunes y...
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