Aysipo Y La Justicia
I
iPara ser jtsto, es s¡dciente Plutarchos. Cato Minor. ¡14.
on
querer
Jdo!
Dice Crysipo que tres caras tenía Themiq la Diosa de la J¡.sticíe. Una crr¡e{ y degaon c$oe vendados.. Qtra sin la faja negra, era benísna y equitativa. [a tercere cara sería y errfada, esta.ba m-r* por la wnbr* de rsn espada" q¡e [¡ d$osa llevsba siempre entre sus manos.
Las trescaras prornelían jrrrtiob' la ciqa, sólo wra a la ¡f¡enüa¡pr; kr rnríente uru e4uiüatim; y la irascible con la espada, se hízo famosa por zu jr.stic&r eatonbr¡a y 5:isoniarn- En loe arnléc de la antigrnflolRa. tada serahlarüe &Th¿nrls tenía zu propía
historiaEn la ciudad de Frer¡tano, pr¡etdo Kirp ¡ CüHnúa en t¡ ssta adrtitica, prohíbido a los extranieros suHr a la rnsalbs*ru¡teÍa rnd¡e-
Frñ!¿dres de s€gurida4 baio pena capital era
ne de oonrercio, aaapado por d cansancio dd camino tan largo, quedó a oernoctar Un ciudadano de Caprn, en su viaJe por en Frentana; pero dr.¡raüe lañodre decp*rto ps b lnesante orqsesta & cigffias y por el soüocante ralor, sal¡ó de su taberna, y subió las murallas, en brcce de la cal¡n* & algum af¡de ürisq.gue en la rpche siempre solía soplar de*mar- Sernpronig el capuense, apenas llegó a ta e¡-ma de loc mwtrq skruÉ Eue en losalrede&¡es es*aba¡ bsTeñn¡os de Af{ria, intentando tomar de sorpresa a la cjurbd con sr¡li haUtar*es, s¡xn€rEtrc ésb's ene{ protu;do sucño de v€rilrlo. El peregrino capuense corrió entonces desesper-aó hacia &ño y con gribe €striienc damÉ a :la soñolierüa ciuda¿ tos frentar¡os en los primeros
momentos dorr¡ina&s
raFr
el fÉnúo, mry
pc*o
s*f¡enta¡un con valora
lc flío+
y lqgrtron
reóázzdoi-
al son de frorrNpetas f &rír*€s deron d lüesp€d de Capua las Al día siguiente lcs magistra&s de laciu&d de ffim gracias, otorgán&le m€dio del sacrifirio de cien oveias- la ror¡acíón¡ correÉporxclierte y tambiÉn el titulo codiciado: -por
Salvador de la Patria- Sernpronio erl capr.*ense, sin...
Regístrate para leer el documento completo.