Ayudense

UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGOGICO DE CARACAS
CURSO: FASE DE OBSERVACIÓN


NOTAS SOBRE EL CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL

La profesión docente se ha venido consolidando como tal en las últimas décadas del siglo XX y aun así esta en desventaja con respecto a otras profesiones que gozan de mayor prestigio, mejor remuneración, mayor estima y autoestima y mejorescondiciones de trabajo, en correspondencia con las exigencias crecientes de actualización y de respuestas pertinentes a los problemas y necesidades de la sociedad.

Si asumimos la tesis freiriana de la educación transformadora, liberadora y dignificadota, y no solo reproductora de un orden social, ella debería y podría contribuir, como lo señala la Constitución de 1999 y la Ley de Educación de1980, en el caso venezolano, al pleno desarrollo de la personalidad, a preparar a los seres humanos como personas ciudadanos y trabajadores, con nuevas habilidades, saberes y los valores humanos básicos centrados en la dignidad, la libertad, la igualdad, la justicia, la vida, la tolerancia, la solidaridad, la responsabilidad, el amor, el trabajo, la paz y la creatividad en un contexto comunitarioy solidario que valorice el país y su cultura.

La escuela y el educador deben ser un modelo de vivencia y de coherencia de esos valores y del estilo democrático de vida que se deriva de ellos. Así, no se puede educar para la libertad en un clima escolar autoritario, ni educar para la igualdad si el educador discrimina a sus colegas o a sus alumnos, ni educar para la creatividad en unambiente escolar rutinario. La dimensión ética de la educación es, hoy en día, parte de la educación integral del ser humano, que integrara las dimensiones afectiva, cognitiva y estética a partir de esa dimensión ética, lo cual dará una direccionalidad positiva para el individuo, el país y la humanidad a esa educación integral que requiere la sociedad actual.

De ahí que la ética del profesional dela docencia, aunque no siempre es apreciada de esa forma, se orienta hacia la inmensa responsabilidad que el docente tiene para con sus alumnos y la sociedad. En medio de exigencias variadas, de cambios veloces en la circulación de información a través de la red informática y de la generación de nuevos conocimientos a un ritmo desconocido hasta hace poco.

El ethos del profesional de la docenciaimplica, además de esa coherencia entre los valores y su vida personal y profesional, un deseo permanente de superación, una disposición ilimitada a contribuir con el pleno desarrollo del educando, una actitud reflexiva y critica, incluso de su propia praxis profesional, convicción acerca del carácter de servicio de esa profesión y conciencia de la importancia que tendrá para sus educandos lobueno y lo malo que haga en su clase y fuera de ella, lo justo o lo injusto de su trato, la valoración o no que haga de su tiempo del tiempo de sus alumnos y de ser ejemplo de ciudadanía y de superación para ellos.


El docente es un formador de personas y ciudadanos, no un productor de carros, por muy respetables que sean estos trabajadores “No se trata – dice Ugalde- de modelar una materiainerte sino de formar personas a través de una interacción personal” (1999: 21) es un gran reto y una responsabilidad singular, que idealmente debería se compartida en armonía con la familia y, en menor grado, con los agentes educativos, pero en la práctica los docentes se ven obligados muchas veces a asumirlo solos, o en contra de aquellas familias cuyas carencias económicas, culturales, escolares,morales y lingüísticas les impide acompañar a la escuela en esa delicada misión, o en contra de ciertos medios de comunicación de masas o de grupos de enemigos que modelan o estimulan contravalores.

La sociedad venezolana, a pesar de los esfuerzos positivos realizados desde 1959, continua en deuda con los docentes, aunque los critica por “su falta de ética profesional” y por la mala calidad...