Aza-Aprueba

Las redes sociales, en concreto Twitter, han sido las responsables de la sonora sacudida vivida en la bolsa de Nueva York. La información sobre un posible atentado contra la Casa Blanca, en el quehabía resultado herido el propio presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, dinamitó el parqué americano provocando que el Dow Jones se dejara 150 puntos. Con una sociedad como la americana, conlos nervios a flor de piel tras el reciente atentado registrado en Boston, la falsa noticia abrió en canal el mercado bursátil en cuestión de segundos.
Como si se tratase del argumento de una películamade in USA, la realidad se conocía instantes después cuando la agencia  de noticias Associated Press, supuesta autora de la información sobreel atentado a la Casa Blanca, explicaba que había sidovíctima del ataque de unos hackers que a través de su cuenta en la citada red social habían difundido esa última hora. El comunicado, escueto como marcan las restricciones de Twitter, decía simplemente“dos explosiones en la Casa Blanca y Barack Obama herido”, material suficiente para poner en jaque a una bolsa de referencia como la de Nueva York.
Pese a que el gabinete del presidente cortó en seco lanoticia advirtiendo de que el máximo dirigente de Estados Unidos se encontraba bien y la cuenta de la agencia se bloqueó de inmediato, la rapidezque brinda la red provocó un pequeño crash en WallStreet y esa caída de 140 puntos, aproximadamente un 1% del valor.
Con el desmentido circulando a la misma velocidad, las aguas volvían a su cauce recuperando elcolor verde de las cotizaciones pararegresar así la normalidad perdida.
Los ataques on-line se sitúan en el punto de mira de la seguridad americana. Un fenómeno que ha ido en aumento situando a los medios de comunicación entre susprincipales blancos dado el carácter desestabilizador que, en cuestiones como la economía pueden provocar. Es por ello que desde el Pentágono se han extremado todos los controles, con la creación de un...