Azangaro

Pontifica universidad catolica del peru |
Azángaro |
Trabajo etnográfico |

02/06/2009 |


A decir verdad, las ansias de llegar a Azángaro lo antes posible no eran atribuibles a querer terminar y deshacernos de nuestra investigación de inmediato o por el deber. Sentíamos que había algo más que, sin saber, realmente deseábamos ver y experimentar. Quizá era que nos emocionaba laimagen prefigurada que teníamos del lugar, aquella proverbialmente conocida como el reino de la falsificación, de modo que con algo de recelo y precaución natural, decidimos adentrarnos a sus calles y a nuestro propósito.

Ya eran casi la una de la de la tarde y el clima, como de costumbre, estaba caprichoso. Decidimos arribar frente al Palacio de Justicia y acordar cual sería nuestro itinerario,pero nos sentíamos desubicados sin contar con algún croquis de calles, de modo que dejamos que nuestra curiosidad nos condujera.
La calles sobre las cuales reparamos nuestra atención fueron Lampa, Pachitea, Bambas y Jr. Azángaro, siendo este último, por así decirlo, el corazón del lugar. Todas las zonas se caracterizaban por ser altamente tugurizadas y de veredas muy angostas. El espectáculo queofrecía: el ir y venir de los transeúntes radicaba en que siempre se le preguntaba a todo el que pasaba si deseaba hacer algún “trámite”, seguido de frases como: ¿Divorcios? ¿Casamientos? ¿Actas de defunción? ¿Certificados?... Lo curioso era que estos hombres conocidos como “jaladores” no abordaban a la gente de terno o algún otro que ya era conocido en la zona.
Cerca de las esquinas de cada callesiempre había restaurantes, los cuales, en su mayoría no eran amplios ni presentables, por el contrario, eran oscuros y las mesas tenían superficies muy pequeñas y estaban pegadas a la pared. Lo más curioso fue encontrar que en uno de ellos había una mesa que podía ser protegida con cortinas, que a juzgar por su aspecto en el modo improvisado sobre como habían sido colocadas, seguramente no eranpara un almuerzo privado.
A los personajes de los que nos percatamos decidimos darles una denominación acorde con el rol que cumplen en la práctica y en todo el ritual que se sigue desde que “te echan ojo” hasta que finaliza el trámite.
En primer lugar observamos a los “JALADORES”, cuyo rol se explica en su denominación. Son aquellos que se dejan ver, son los que más abundan en la calles, sededican a pararse en la puerta de algunas casas donde fotocopian o en las esquinas, pero estos a su vez se subdividen en 3 grupos: los “jaladores formales”, que visten de manera casual y se encuentran dispersos, no abundan muchos. Los “jaladores informales”, estos son los que abordan y persiguen a quien ven preguntando por la zona o simplemente mirando las entradas de casas con curiosidad. Tambiénexisten los “jaladores ayudantes” o “chalecos”, los cuales se encargan de cuidar a los que hacen los trámites en los restaurantes.
Otro tipo de personaje son los “PARROQUIANOS”, quienes van a solicitar los servicios a los falsificadores. Debido a su discreción, no es tan fácil darse cuenta de quién esta en la zona para falsificar o solo para fotocopiar o alguna otra diligencia. Por lo tanto, lavestimenta, maneras, gestos de este personaje no son tan fácilmente observables o predecibles.

Ese primer día, de los que asistimos, nos encontramos con varios jaladores. Los más resaltantes fueron: Pedro, que tenía un polo blanco a rayas rosadas con la marca Lacoste a la altura del pecho al lado izquierdo, los anillos en la mano derecha –que no dejaba de mover, llamando la atención-, suvocabulario no estaba lleno de jergas como creíamos que seria, solo decía “choche” a menudo. Se notaba que intentaba parecer confiable al contarnos que hay policías que se ponían de acuerdo con los jaladores para extorsionar a las personas que adquieran los documentos, pero a la vez nos recomendó no confiar en nadie (¿cuando se refería a nadie, también se incluía él?). Nos llevó a un restaurante, en...