azar y precausalidad
Resulta apasionante la observación delprogresivo desarrollo mental durante la etapa que estamos comentando. Un ejemplo es la noción de conservación, inferible de la siguiente experiencia de Piaget e Inhelder (1969). Estos investigadoresinterrogaron a niños de diversas edades sobre qué pasaba con un terrón de azúcar que veían disolverse en un vaso de agua: "Hasta los siete años, aproximadamente, el azúcar disuelto desaparece y su gusto se irácomo un simple olor; a los siete u ocho años, su sustancia se conserva, pero no su peso ni su volumen; desde los nueve o diez años se añade a eso la conservación del peso, y desde los once o doce ladel volumen (reconocible por el hecho de que el nivel del agua, que sube un poco al sumergirse los terrones, no vuelve a su nivel inicial después de la disolución)".
Mientras tanto, y desde quelogra la reversibilidad de sus operaciones mentales, el pequeño alcanza a entender lo realmente irreversible como una resistencia a la deductibilidad operatoria, y acepta la idea de azar, aunque sólo seapor la negativa: lo aleatorio es lo que no se puede deducir, con lo que gana un mundo previsible, pero aún sin la noción de probabilidad que se alcanza recién después de los once o doce años. Pero...
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