Azteca

Páginas: 8 (1924 palabras) Publicado: 13 de enero de 2011
Los Geniecillos Holgazanes

Erase unos duendecillos que vivían en un lindo bosque. Su casita pudo haber sido un primor, si se hubieran ocupado de limpiarla. Pero como eran tan holgazanes la suciedad la hacía inhabitable. Un día se les apareció la Reina de las hadas y les dijo:
Voy a mandaros a la bruja gruñona para que cuide de vuestra casa. Desde luego no os resultará simpática... Y 'llegó laBruja Gruñona montada en su escoba. Llevaba seis pares de gafas para ver mejor las motas de polvo y empezó a escobazos con todos. Los geniecillos aburridos de tener que limpiar fueron a ver a un mago amigo para que les transformase en pájaros. Y así, batiendo sus alas, se fueron muy lejos... En lo sucesivo pasaron hambre y frío; a merced de los elementos y sin casa donde cobijarse, recordaban conpena su acogedora morada del bosque. Bien castigados estaban por su holgazanería, errando siempre por el espacio...
Jamás volvieron a disfrutar de su casita del bosque que fue habitada por otros geniecillos más obedientes y trabajadores.Pág.1
Índice

Portada…………………………………………...............................................................pag.1
Índice………………………………………………………………………………………..pag.2
Los GeniecillosHolgazanes…………………………………….……………………...…pag.3
La Bobina Maravillosa……………………………………………………………………..pag.4
El Muñeco de Nieve……………………………………………………………………….pag.5
El Cedro Vanidoso………………………………………………………………………....pag.6
La Gata Encantada……………………………………………………………………..….pag.7
La Sepultura del Lobo……………………………………………………………………...pag.8
Nuez de Oro…………………………………………..................................................….pag.9
La Ostra y El Cangrejo……………………………………………………………………pag.10
La RatitaBlanca…………………………………………………………………………....pag.11

pág.2La Bobina Maravillosa
Erase un principito que no quería estudiar. Cierta noche, después de haber recibido una buena regañina por su pereza, suspiro tristemente, diciendo:
¡Ay! ¿Cuándo seré mayor para hacer lo que me apetezca?
Y he aquí que, a la mañana siguiente, descubrió sobre su cama una bobina de hilo de oro de la que salió una débil voz:Trátame con cuidado, príncipe.
Este hilo representa la sucesión de tus días. Conforme vayan pasando, el hilo se irá soltando. No ignoro que deseas crecer pronto... Pues bien, te concedo el don de desenrollar el hilo a tu antojo, pero todo aquello que hayas desenrollado no podrás ovillarlo de nuevo, pues los días pasados no vuelven.
El príncipe, para cerciorarse, tiro con ímpetu del hilo y se encontróconvertido en un apuesto príncipe. Tiro un poco mas y se vio llevando la corona de su padre. ¡Era rey! Con un nuevo tironcito, inquirió: 
Dime bobina ¿Cómo serán mi esposa y mis hijos?
En el mismo instante, una bellísima joven, y cuatro niños rubios surgieron a su lado. Sin pararse a pensar, su curiosidad se iba apoderando de él y siguió soltando mas hilo para saber cómo serian sus hijos demayores.
De pronto se miro al espejo y vio la imagen de un anciano decrépito, de escasos cabellos nevados. Se asusto de sí mismo y del poco hilo que quedaba en la bobina. ¡Los instantes de su vida estaban contados! Desesperadamente, intento enrollar el hilo en el carrete, pero sin lograrlo. Entonces la débil vocecilla que ya conocía, hablo...
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