Babilonia

El la antigua Babilonia vivía en otros tiempos un hombre muy acaudalado, llamado Arkad, conocido por doquiera por sus grandes riquezas y también famoso por su liberalidad. Se mostraba muy generosoen sus caridades y también era, generoso con su familia y liberal en sus propios gastos. Pero no obstante, cada año riquezas se incrementaban con mayor rapidez de lo que las gastaba.
Un día, algunosamigos de su época más joven llegaron a visitarlo y comentaron:
Arkad, tú has sido más afortunado que nosotros. Te has convertido en el hombre más opulento de toda Babilonia, en tanto que nosotrosseguimos luchando por la existencia. Tú puedes vestirte con las prendas más delicadas y disfrutar de los platillos más exóticos, mientras que nosotros debemos contentarnos si demos vestir a nuestrasfamilias con ropas presentables y alimentarlas lo mejor que podemos.
"Si antaño todos éramos iguales. Estudiamos bajo la guía del mismo maestro, jugamos los mismos juegos y ni en los estudios nien los juegos nos opacaste. Y durante todos los años que han transcurrido desde entonces, no has si tu un ciudadano más honorable que cualquiera de nosotros. ¿por qué el veleidoso destino te haseñalado para disfrutar de todas las cosas buenas de la vida y se ha olvidado de nosotros, que somos igualmente merecedores de ello?"
Ante esas palabras, Arkad los reconvino, diciendo:
"El 'veleidosodestino' es un dios perverso que no le brinda a nadie ningún bien permanente. Por el contrario, es causa de la ruina de casi todos los hombres sobre quienes derrama oro que no han ganado. Los convierteen dilapidadores desenfrenados, que muy pronto despilfarran todo lo que reciben y se ven per¬seguidos por apetitos y deseos abrumadores y desordenados sin que tengan la habilidad de satisfacerlos. Ymás aún, otros a quienes favorece se convierten en avaros que atesoran sus riquezas, temiendo gastar lo que poseen, pues saben que no tienen la habilidad de remplazarlo. Piensen en todos esos...