Babosas en el baño
Bogotá, Diciembre de 2005
Querida señora Luci
La saludo, deseando desde el fondo de mi corazón se encuentre bien de salud usted y toda su familia. Espero que todos sus asuntos marchen de maravilla y que el Señor la colme de bendiciones.
Quisiera que por aquí todo estuviera bien, pero lamento decirle que la preocupación de estos días a duras penas me deja dormir. Noquiero preocuparla ya que este asunto no debería tener importancia. Si me atrevo a contarle estas pequeñeces es porque no tengo confianza con nadie más como para hablar de estas cosas. Aquí todos son personas tan ocupadas y tan serias que no queda espacio para comentar los detalles de la vida aburrida de esta pieza. Además, esta casa es ajena, no me atrevo a andar hablando de los problemas quepueda tener, eso le corresponde a don Roje y a doña Luzmila. Ellos fisgonean por ahí día y noche. Yo podría arreglar muchas cosas en este caserón en caso de que fuera mía, hasta sembraría maticas en los tiestos llenos de tierra seca que guardan en la terraza, pero no quiero parecer metiche.
Verá, el problema apareció hace poco: un día comenzaron a caminar algunas cucarachas por mi pieza. Yo no measusto, es difícil temerle a unos bichos tan diminutos e inofensivos. Deben ser de lo más limpio, imagínese, si nacieron y crecieron en esta casa deben serlo. Aquí todos hacemos aseo por la mañana y los sábados nos turnamos la lavada de las escaleras que son la parte más sucia. Todos los cuartos ocupados siempre están limpios, huelen bien, así que no creo que hayan venido atraídas por la mugre.Tengo la sospecha de que las primeras cucarachas debieron llegar en alguna chuspa que trajeron de la plaza. Allá sí he visto muchas. Como uno no se fija bien cuando le empacan las papas o alguna cosa sucia, de pronto estaban ahí pegadas, escondidas, cargando un huevo sobre la espalda. Se aferraron a la tierra de esas papas y las trajimos sin saberlo; incómodo, andar entre una bolsa, sin poderrespirar, protegiendo los hijitos. Después, comenzaron a caminar por la casa y a dejar esos huevos en los sitios donde nadie los podía ver.
La primera que vi, hará cosa de quince días, pasó en carrera a esconderse debajo de la imagen de la Santa Virgen. La aplasté con facilidad; ¿no será malo haber usado la virgen para un propósito tan mundano? Pues, por si algo, la limpié con agua vendita y leestoy haciendo un rosario a las Santas Ánimas. No quiero decir que pecar y rezar sea bueno, no vaya a pensar nada malo de mí, pero no reflexioné antes de matar el bicho. Sólo sentí la furia de aplastarlo; después, cuando tuve plena conciencia del sacrilegio que había cometido ya no sabía qué hacer. La herejía al acecho constante. Yo siempre he tenido respeto, temor por las cosas sagradas, sinembargo, a veces, a uno se le olvida…le dan esos arranques animales donde uno ya no se acuerda de nada, ni de uno mismo: sólo la acción, el mundo, una fuerza que borra la piedad de nuestro espíritu; luego, cuando el pensamiento vuelve a recobrar su sitio, la culpa empieza a corroer. Ahí sí vienen los arrepentimientos, los golpes de pecho que empiezan a tragarse el sueño, a desterrar el sosiego.
Alotro día, mientras le pegaba un botón a una camisa, esa de florecitas amarillas que tanto le gustaba a usted, vi bajar otra por la pared en la que tengo pegado un afichito de Winnie Poo. Inmediatamente la ensarté con la aguja. Se la clavé por la espalda, de lado a lado. Ella quedó como si no hubiera sentido nada. Seguía moviéndose con tranquilidad, buscaba huir. La pobre duró como cinco minutoschapaleando sin mostrar algún signo que revelara el dolor que la debía estar desgarrando, el martirio de sentir las entrañas desgarradas por la punta fría de la aguja. Sí me hicieran eso, yo no pararía de gritar hasta que vomitara el hígado, es que debe ser lo peor que le puedan hacer a uno. Al final, me compadecí del bichito, entonces encendí un fósforo y lo quemé. Yo sé que parece un poco...
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