Bachelard (pensamiento)

III

Nos limitaremos a dos ejemplos. En el primero expondremos la verdadera testarudez de un gran sabio que quiere quedarse en lo inmediato y que expone pesadamente un monumento de ingenuidad. En el segundo ejemplo, expondremos por el contrario la larga paciencia de un químico que terminó por separar el privilegio de los datos sensibles para determinar los caracteres naturales de unasubstancia nueva.

En el primer ejemplo vamos a ver que el hecho científico evolucionado tiene muy poca posibilidad de desarrollarse por una acumulación de observaciones naturales. Por más que se diga, no se vuelve más "a la naturaleza" en el curso de la ciencia. Más bien se debe tomar conciencia de la ciencia que ya transformó el hecho natural en hecho científico. En este ejemplo vamos a ver tambiénque en la ciencia moderna, el genio ya no es una garantía de competencia universal. Un gran sabio en el orden de la biología, uno de los más grandes observadores de la naturaleza animada, va a aparecemos como un físico y un químico manifiestamente en retraso con respecto a su época por el solo hecho de querer llevar una ciencia ya sólidamente constituida a experiencias banales. J. B. Lamarck, enefecto, escribió numerosas memorias para refutar la química de Lavoisier. En la tercera memoria, leída en el Instituto en 1797, escribe1: "Yo pregunto a cualquiera que haya observado lo que pasa en la combustión, si alguna vez vio un cuerpo (concreto y sin incandescencia) quemarse antes de que hayan adquirido un color negro sus partes susceptibles de quemarse; y si este color que ese cuerpo adquiereno es el término de una serie de coloraciones diversas que experimenta sucesivamente a medida que su estado de combinación se altera, hasta llegar a este término extremo de coloración". Teofrasto ya daba ese mismo axioma de sentido común: "Todas las cosas quemadas se vuelven negras"2. Por esta observación común, Lamarck pretende llevarnos a la más simple fenomenalidad, a los fenómenos de lacoloración, y cree poder especificar los diferentes estadios de la combustión por la evolución de la coloración en el curso de una combustión. El término extremo de la coloración es entonces para Lamarck el negro y el negro es un antecedente necesario de la combustión. Primitivamente el negro es enmascarado por una sucesión de colores que van hasta el blanco superficial. Ir a lo real profundo, al negrofundamental, es desenmascarar la substancia. Ese desenmascaramiento se hará por la violencia del fuego. Lamarck da a continuación de sus Memorias numerosas escalas "cronométricas" que deben permitir, según él, seguir la evolución de numerosos fenómenos de la materia. Con los colores ordenados de una manera sin duda singular, Lamarck piensa tener los elementos de un tipo de sensualismointelectualizado, cree llegar directamente a la realidad en sus caracteres dominantes.

He aquí una experiencia de base para una teoría tan especial con aplicaciones tan numerosas (loc. cit., pág. 60); "Exponga al fuego un papel blanco: verá que a medida que el fuego calórico penetra en su substancia se insinuará entre sus principios, alterará su orden y el estado de combinación, y desenmascararágradualmente su fuego fijo, verán, digo, ese papel colorearse también gradualmente. Tomará primero un tinte amarillento y lo verían pasar sucesivamente al amarillo, al anaranjado, al rojo, al violeta, al azul y finalmente al negro antes de quemarse, si la desigualdad de alteración de sus moléculas aglutinadas no ofreciera una mezcla de moléculas ya negras, entre otras que todavía sólo son amarillas,rojas, azules, etc., mezcla que produce el color tostado que sucede al tinte amarillo, amarronándose por grados. Pero todas y cada una de esas moléculas llegan necesariamente al color negro antes de quemarse, es decir, a un estado de descubrimiento completo del fuego fijo que contienen".

Quien tuviera la paciencia de leer las largas y numerosas memorias de Lamarck sobre las ciencias físicas...