Bachiller

La parábola del triunfador
carta a mis hijos


Capítulo 1

Todas las mañanas Fraid solía ser el primero en dejar su aposento y salir a contemplar la belleza de los hermosos amaneceres que días a días visitaban su casa en los calurosos días de verano. Hemos permitido que las urgencias de la vida cotidiana obstruyan nuestras capacidad de asombro para con todo aquello que ha sido puestosobre la tierra para nuestro deleite.
Debido a esta aparente falta de admiración hacia el universo por parte de los demás, él había decidido echarse a cuestas el admirar todo cuanto podía ser admirado, para compensar, de alguna manera, la indiferencia de los demás, perder la serenidad y la paciencia, y siempre encontró tiempo suficiente en medio de sus quehaceres para contemplar uno de aquellosmilagros, o dar un saludo a quien pasase por su lado pese a que en sus días de juventud había sido batallador y rebelde.
Su riqueza y fortuna eran solo comparables en tamaño a la grandeza de su corazón y la sabiduría de sus enseñanzas, lectura y observación, fuese demasiada para su cabeza y su corazón, y él se viera en la necesidad de darle salida constantemente para abrir campo a nuevosconocimientos todo fracaso dejara alguna enseñanza en quien lo había experimentado.
Farid llegaba al punto de crear o propiciar situaciones o eventos que dejaran una enseñanza, porque según el cada dia que pasara en que uno de sus ayudantes a capataces se retirase a su aposento sin haber aprendido nada, ese había sido un día desaprovechado, enviudado años atrás, y aun cuando hubiese querido contar con unanumerosa familia, Isabel, su buena esposa, no había podido darle el hijo o hija heredera su gran fortuna. La idea de pasar su vida sin poder compartir dicho legado para que trascendiera en el tiempo, era inconcebible, este legado de sabiduría que el guardaba como el mayor de todos sus tesoros, su esperanza era poder encontrar continuara compartiendo con el mundo entero estos principios y enseñanzasque tantos éxitos habían traído a su vida. La hacienda de Farid era grande y hermosa, los numerosos afluente del gran rio dijhal hacían de aquellas comarcas un territorio rico y fértil en el cual se cosechaba algodón, higos, soya y una inmensa variedad de legumbres, ciento de mercaderes habían convertido su haciendo en punto de descanso.
Serafín, hombre alto de cabello negro, poblada de barba ytez curtida por los largos años de trabajo bajo los inclementes rayos del sol, se encargaba del trabajo manual de la hacienda, vivía una vida despreocupada y su visión del futuro limitaba a los quehaceres de la semana, mateo hambre escueto d, de cabello castaño y ojos pardos , Tanía bajo su responsabilidad administrar y mantener el orden, eso era lo que creían su padre, su abuelo y el padre de suabuelo, y no iba a ser el quien se pusiera en la tela de juicio las creencias que sus pasadas generaciones guardaran y protegieran con el mismo recelo con que guardaron y protegieron su fe y sus costumbres.
Cada persona labra su futuro, tanto el éxito como el fracaso son el resultado de una profecía hecha realidad.
La persona que triunfa lo logra porque espera triunfar, confía en sus habilidadesy está preparado para reclamar su éxito. Aquel que fracasa o es infeliz con su vida, lo es porque no espera triunfar; no espera que nada bueno le suceda y por esta razón no logra ver ni aprovechar las oportunidades que la vida le ofrece

Capítulo 2

Serafín acostumbrada llegar de las largas faenas con las primeras sombras de la noche, comía rápidamente y después de comunicarle aFarid algunos detalles referentes a las labores del día, ocasionalmente le invitaba para que le acompañara a el y mateo en sus caminatas vespertinas. Odiaba los interminables sermones de Farid, y se jactaba de poder asegurar que pese a romper todos y cada uno de los que su ansiado amo consideraba como elementos esenciales del éxito, serafín detestaba los quehaceres de la casa y se sentía...