bachiller

Para aproximarnos a la experiencia de pobreza, exclusión y subalternidad de los usuarios de los servicios sociales y asistenciales, y particularmente para situar mejor la medición de lo asistencial en la formación de la identidad subalterna, entendemos que el punto de la regulación estatal de los estratos más pobres y dominados de la sociedad. En este sentido es necesario incursionar en elcomplejo y desarticulado campo de la política social.

Partimos de la hipótesis de que existe en el Brasil una modalidad asistencial (Ver Falçao, 1989) de hacer política en el campo de lo social, particularmente en los espacios de relación entre el estado y los sectores excluidos.
Esa modalidad de tratamiento utilizada por el Estado que deja de lado a los sectores más pauperizados de la fuerza detrabajo debe ser aprendida en el contexto contradictorio de las transformaciones económicas, sociales y políticas que caracterizan al desarrollo capitalista en Brasil, principalmente en las últimas tres décadas.
Producto de una amplia trayectoria marcada por la exacerbación de los contrastes entre riqueza y miseria, tenemos hoy en el País un “Estado de malestar social” (Oliveira, 1985, 5), dondelas intervenciones en la asistencia social, vienen representando un espacio de menor relevancia en la administración pública.

De ese modo, objetivado en instituciones con sus programas y proyectos, el Estado apoya y organiza la reproducción de las relaciones sociales, asumiendo el papel de regulador y garantía de esas relaciones, interviniendo tanto en la visibilización del proceso de acumulacióncomo en la reposición de las clases subalternas.
Lo que cuestiona en la sociedad brasileña hoy es el carácter “truncado” de esa regulación” (Oliveira, 1990). Según Oliveira se trata de “una regulación permanentemente ah hoc: cada caso es un caso”. “Una intervención estatal que financia la reproducción del capital pero no financia la reproducción de la fuerza de trabajo” ” (Oliveira, 1990: 46).Para el autor, lo que caracteriza una regulación truncada es la ausencia de reglas estables y la ausencia de derechos particularmente de los trabajadores.
Efectivamente, en el Brasil, el Estado siempre estuvo presente en la articulación del capitalismo. La dinámica de esa articulación en los últimos veinte años “configura una forma de Estado centralizado, altamente integrado por funcionesburocráticas” y cuya “intervención de la economía se expande por todas las esferas de la vida social” (Jacobi, 1989:8). Los contrastes entre miseria y abundancia observables “a simple vista” en nuestra experiencia diaria nos muestra que la evolución económica del capitalismo brasileño fortaleció las desigualdades en vez de disminuirlas.
Desde el punto de vista político, las intervenciones en el campo dela política social y particularmente en la asistencia social, vienen presentándose como espacio propicio para el desarrollo de prácticas asistencialistas y clientelísticas, sirviendo también para la formación de reductos electores. En las relaciones clientelísticas no son reconocidos los derechos de los subalternos y se espera lealtad por parte de aquellos que reciben los servicios. Ellos aparecencomo inferiores y sin autonomía, no son interlocutores. En otras palabras, tratamos aquí de una especie de cultura política que niega la identidad social de los subalternos y su pertenencia a una clase; tratamos de una forma de ocultar el conflicto y la resistencia, y de legitimar la dominación.
La intervención estatal en el campo de las políticas sociales y específicamente en el ámbito de laasistencia se configura en este marco como una respuesta a la situación de miseria de la población. En los últimos años, la intimidad Estado/sociedad es indiscutible en la sociedad brasileña, donde la exacerbación del intervencionismo estatal, bajo el peso de los intereses dominantes, se presentaron como un poderoso instrumento de acumulación al financiar y viabilizar el apoyo al capital a través...