Bachiller
«Mi hijo se ha examinado del MIR», nos contaba Dorotea en un cursillo de crecimiento personal; «superó el primer examen, pero en el segundo lo suspendieron. Cuando me dijo que lo habían suspendido, me sentí muy mal: triste, enfurecida, amargada, deprimida. Me decía toda clase de “lindezas” acerca de mi hijo, de nuestrafamilia y de mí misma: “Mi hijo es un fracaso; todos sus amigos han aprobado, menos él”; “todo nos sale mal”; “¡qué mala suerte tenemos... “no he sabido educarlo” “he sido una madre fatal”... » No es de extrañar que Dorotea se sintiese tan mal mientras creyese los mensajes que se dirigía a sí misma, es decir, los automensajes, o pensamientos automáticos, que se le ocurrían rían al recibir la malanoticia del suspenso de su hijo, y que aceptaba acríticamente.
El lector, estoy seguro, habrá experimentado situaciones parecidas. Frente a un acontecimiento desagradable e inesperado, se desencadena una serie de pensamientos automáticos, más o menos negativos y con frecuencia exagerados, que le provocan sentimientos de ira, de ansiedad, de abatimiento.
Dorotea, por fortuna, aprendió acuestionar sus automensajes, detectar sus falacias y exageraciones y darse cuenta de que el suspenso de su querido vástago era ciertamente desagradable, pero no tan catastrófico como al principio le parecía: ni su hijo era un «fracaso», ni ella una «madre fatal», ni a su familia «todo le salía mal». Y entonces comenzó a sentirse mejor. Nos ahorraríamos mucho sufrimiento inútil si aprendiéramos a detectar,cuestionar y cambiar nuestros automensajes exageradamente negativos.
El fenómeno de los automensajes (positivos o negativos) es universal; todos lo experimentamos, por la sencilla razón, ya mencionada, de que, siendo seres reflexivos, no podemos menos de generar pensamientos evaluativos sobre nosotros mismos, desde el momento en que somos capaces de pensar. Y así, a medida que aprendemos ahablar, verbalizamos esos pensamientos de formó más o menos explícita o implícita, más o menos vocal o subvocal, más o menos consciente o subconsciente.
Llamamos automensajes a esas verbalizaciones mentales dirigidas a nosotros mismos. En particular, a los automensajes que versan sobre nosotros mismos los llamaremos automensajes-yo, para distinguirlos de los que versan sobre otros objetos de nuestroentorno, distintos de nosotros. Los automensajes-yo generan emociones y tendencias conductuales referentes a nuestra conducta y a nuestra persona; por lo tanto, expresan y refuerzan nuestras actitudes hacia nosotros mismos, es decir, nuestra autoestima y, en concreto, nuestra autoaceptación. Lo que Dorotea se decía afectaba negativamente a la aceptación de sí misma.
Interiorizamos estosautomensajes-yo a lo largo de nuestras vidas, desde que aprendemos a verbalizar. Al principio son introyecciones de los mensajes, verbales o no-verbales, que recibimos de nuestras figuras significativas: padres, maestros, etc. ¿Por qué será, se pregunta una psicopedagoga, que uno de los primeros adjetivos que aprende el niño a atribuirse a sí mismo es el de malo o mala: «nene malo», «nena mala»?Sencillamente, porque lo ha oído mil veces de sus figuras significativas; que, por cierto, se lo han dicho con la mejor voluntad del mundo. Es una pena que uno de los primeros automensajes que aprende el niño de sí mismo sea negativo y, probablemente, inexacto. ¿No sería mejor que aprendiese a decirse a su manera, con su media lengua: «Soy nene bueno... que a veces se porta mal»?
En los primeros años denuestra vida almacenamos una cantidad impresionante de automensajes-yo (no siempre negativos, por supuesto) acríticamente aprendidos de nuestro entorno. Almacén que continuamos enriqueciendo durante el resto de nuestras vidas. Nuestras experiencias cotidianas activan, con mayor o menor frecuencia e intensidad, los automensajes-yo, de uno u otro signo, que hemos ido almacenando. Todos albergamos un...
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