Bachiller
Foto: EFEUnidos ofreció enviar un contingente de especialistas en catástrofes para ayudar a resolver el problema con el menor índice de sufrimiento posible. Pero por tratarse de un país que no cuenta con el aprecio del señor Hugo Chávez, la ayuda no se materializó. Los cuerpos humanos lapidados, las viviendas destrozadas, los puentes derribados, las lágrimas y el dolor, todo eso pasaba a un segundoplano, lo único que demostró contar en ese momento erán los sentimientos personalistas del hombre que tenía el poder; la vida, la dignidad humana, todo eso era prescindible.
En 2002, veintitrés mil de los profesionales más capacitados de Venezuela fueron despedidos de sus trabajos; sin importar para nada que esos conocimientos técnicos eran absolutamente necesarios para operar la industria másimportante del país, la que permite que todo lo demás fluya. Nuevamente los sentimientos personalistas de quien tenía el poder privaron sobre los intereses nacionales.
Durante varios meses me dediqué a recorrer en vehículo el interior de Venezuela. El sentimiento que me invadía durante mis recorridos era desolador. Las carreteras destruidas, los puentes bloqueados cuando no derribados, ningunailuminación en las vías, volviéndolas bocas de lobo a partir de las seis de la tarde, con el consecuente peligro mortal de transitarlas; todo lo que tenía que ver con infraestructura, seguridad, estética y cuidado simplemente no existía.
Transitar por Venezuela es sentir en la piel cuán abismal e infinitamente frío es el desprecio que el gobierno del señor Hugo Chávez siente por los venezolanos, por ladignidad, por la vida misma.
Los puentes se caen; las ciudades quedan incomunicadas; las tierras cultivables parecen cementerios de monte y culebras; las empresas que fueron arrancadas a sus legítimos propietarios hoy son chatarra inservible; lo mismo con las empresas del Estado, todas quebradas, con empleados mal pagados y humillados; la basura se amontona en todas partes, haciéndose parteineludible de los paisajes; todo, absolutamente todo lo que significa dignidad y vida es pisado a diario por el desprecio gubernamental.
¿Se iba a salvar PDVSA de esta desidia, de este criminal desprecio?
La explosión de la refinería de Amuay, que forma parte del segundo complejo refinador más grande del mundo; no es un accidente. Esta explosión es un vil y condenable crimen que merece el repudioy la denuncia de todos los venezolanos que tengan conciencia y dignidad. Una refinadora petrolera es una bomba peligrosísima que merece el cuidado que uno le da a un hijo recién nacido. Necesita los niveles de profesionalismo más exigentes, y nada puede escatimar el hacerle todas las inversiones necesarias para que hasta el más mínimo detalle esté protegido, en las manos de los profesionalesmejor entrenados y más competentes que existan. Esto requiere conocimientos y mucho dinero invertido. Requiere atención total y nada puede dejarse a la improvisación o a las medias tintas.
Miles de millones de dólares de todos los venezolanos le ha regalado el señor Chávez a Fidel Castro para que los invierta en su refinería y para que los use a su caprichoso antojo; miles de millones de dólares detodos los venezolanos se le han regalado a decenas de países a cambio de comida producida por ellos, comida que ya no puede producirse en Venezuela debido a medidas del señor Chávez.
Desde hace años, se le ha quitado el dinero a PDVSA para usarlo en la promoción de la imagen del señor Chávez. Todos esos miles de millones de dólares, dejaron de invertirse en áreas que son neurálgicas para el...
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