bachillerato
En 1836, Sevilla está a la cabeza y fue la que adquirió más bienes. Entre 1855 y 1856 se vendieron en esta capital 757 fincas rústicas y 1.027 urbanas. El 60% de las ventas consumadas eneste año procedían del clero secular, un 28% de beneficencia y clero regular, mientras que las fincas de propios apenas tuvieron demanda. Sevilla, que había ocupado el primer lugar de España en las recaudaciones realizadas por las ventas en 1836, entre 1855 y 1856 pasa al cuarto lugar.
En Cádiz se vendieron 309 fincas rústicas y 528 urbanas, Esta provincia ocupó, por el volumen de sus ventasentre 1855 y 1856, el cuarto lugar de la Península. En Córdoba, en los primeros dos años de la desamortización de Madoz se subastaron 1.175 fincas rústicas y 233 urbanas. Esta provincia ocupaba la séptima posición entre las provincias españolas por el volumen de sus ventas. En Jaén fueron adjudicadas, entre los dos años referidos anteriormente, 3.261 fincas rústicas y 299 urbanas.
Málaga yGranada son provincias muy similares en cuanto a riquezas desamortizadas. Y en Huelva, el volumen de las transacciones no es elevado porque era inferior también la superficie existente en poder de «manos muertas»; sin embargo, las tierras que salen a subasta en 1855 y en 1856 se cotizaron de forma elevada. En estos años se pusieron en la venta 207 fincas rústicas y 64 urbanas.
Almería es un casoespecial. La pobreza reflejada a la hora de la Desamortización eclesiástica de 1836, vuelve a hacerse patente cuando se contrasta con los inventarios de bienes de otras instituciones con propiedades amortizadas, como la Beneficencia, los propios o la Instrucción Pública. Entre 1855 y 1856 pasaron a manos particulares 375 fincas rústicas y 33 urbanas.
El proceso desamortizador incidió de maneranegativa en la economía agraria de nuestro país y, de manera muy especial, en Andalucía, donde la crisis se agudiza a unos niveles socialmente peligrosos. La falta de créditos bancarios a los propietarios, la inexperiencia de los nuevos propietarios, a veces sin capacidad de iniciativas y otras con poca voluntad emprendedora; los excesivos impuestos con que se grava la escasa productividad del sector yel evidente retraso técnico producen en nuestra agricultura costes elevados y rendimientos bajos. Como consecuencia, la falta de competitividad de los productos españoles en los mercados exteriores se acrecienta cada vez más, originando un excesivo almacenaje interior, que se traduce necesariamente en el hundimiento de los precios.
Ante esta crisis comercial, los propietarios acuden a lacongelación de los salarios para compensar los altos costes y las pérdidas, lo que da origen a una falta de poder adquisitivo de las clases populares, dedicada, en su mayoría, a las faenas agrícolas, acentuando aún más la crisis del sector, que, al no ser coyuntural sino estructural, provocará levantamientos entre los campesinos y éxodo rural.
Los diferentes gobiernos que se suceden durante estaetapa, pendientes más de las pérdidas ocasionadas por la emancipación de nuestras colonias americanas y de las reivindicaciones de los carlistas, en lugar de atajar los problemas en su raíz, mejorando los sistemas de cultivo, procurando estructurar racionalmente la propiedad de las fincas y estimular la introducción de las nuevas máquinas en el proceso productivo, se limitan a establecer barreras...
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