bachillerato

Las once reformas estructurales en las que se empeñó obsesivamente y se subsumió el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y el Dr. Luis Videgaray Caso, su secretario de Hacienda, ya se aprobaron y llegaron a buen fin, pero ahora, algunas se tratan de instrumentar en un ambiente de incertidumbre creciente.

La educativa no funciona y la energética inicia su camino en una sinuosa y largacurva de aprendizaje en contexto de enormes presiones, con vientos de un mercado petrolero en contra y en donde se espera mucho y pronto de ella.

La financiera reporta débiles resultados en el ámbito de las tasas de interés, que no bajan lo suficiente, y una oferta crediticia que no crece como se esperaba.

Las reformas regulatorias (competencia), presentan serios problemas para enfrentar alos agentes económicos preponderantes y lo increíble, algunas se niegan a abrir el mercado de las telecomunicaciones, cuando son ellas las que lo deben propiciar y vigilar:

“La Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado denunció que el Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel) incumple los plazos fijados en la ley para garantizar la portabilidad de los números telefónicos de losusuarios que quieran cambiarse de compañía”.

En conferencia de prensa, el presidente de esa comisión, acompañado por legisladores de PRI, PRD, denunciaron que el Ifetel, pretende prorrogar 90 días la entrada en vigor de la portabilidad, ante lo cual exigieron que cumplan con lo que la ley establece: a más tardar el 6 de noviembre el instituto dicte las reglas para que se haga posible laportabilidad numérica y entre en vigor de inmediato”.

A la fecha, sólo una de las reformas estructurales está en pleno funcionamiento: la reforma hacendaria.

Sin duda, la reforma fiscal se instrumenta a plenitud, con buenos resultados en términos de captación tributaria: los ingresos por ISR, IVA y IEPS crecen.

Pero, también hay que decir que presenta problemas crecientes: el déficit y la deudasiguen creciendo, independientemente de las excepciones que marca la ley de ingresos para 2015, recientemente aprobada.

Veamos:

El déficit esperado para 2014 es de 1.5% del PIB y para 2015 es de 1.0% aparentemente baja, pero si consideramos la inversión, tanto para 2004 como para 2015, el déficit sube a 3.5% del PIB.

Si tomamos en cuenta el saldo histórico de los requerimientosfinancieros del sector público (deuda real integral), la cifra se eleva a 42.2% del PIB en 2014 y a 43.3 en 2015.

Esto es realmente preocupante porque la justificación que permitía flexibilizar el déficit, no se cumple.

Recordemos que la idea eje de la reforma hacendaria era ampliar el déficit con el objetivo de instrumentar una política de gasto contra cíclica para incentivar el crecimiento de laeconomía y el fortalecimiento del mercado interno. Pero esto no se ha cumplido.

Las cifras son contundentes: En 2013 la economía creció sólo 1.1, en 2014 se pretende alcanzar un crecimiento del PIB de 2.7 y para 2015 la meta es un pobre crecimiento anual de 3.7.

A pesar de todo esto, la Suprema Corte avaló el creciente endeudamiento al declarar como constitucional la autorización otorgada alejecutivo para contratar deuda por 570 mil millones de pesos y 10 mil millones de dólares, para el ejercicio fiscal 2014.

Todo esto en respuesta a la acción de inconstitucionalidad promovida por algunos senadores de oposición.

Esto es sumamente relevante, ya que el gobierno federal ha optado por seguir incrementando la deuda como fuente adicional de recursos.

En la ley de ingresos2015, a propuesta de la Secretaría de Hacienda, el H. Congreso de la Unión (Cámara de Diputados y Senadores) autorizó un endeudamiento interno de 604 mil millones de pesos.

Esto significa que el crecimiento de la deuda no corresponde a los resultados prometidos en términos de crecimiento de la economía, por lo que en adelante no está de ninguna manera justificado que el gobierno siga ampliando...