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Matías y sus aventuras artísticas



























Comunicación Oral y Escrita
Pedro Dozo
Facultad de Diseño y Comunicación
Universidad de Palermo
Año 2012
PRÓLOGO
Leer es una actividad simplemente maravillosa. El lector se traslada a otro mundo, diferente tiempo y espacio, conoce otras realidades. Se divierte, se emociona, siente… en otraspalabras: se deja llevar.
Escribir es la capacidad del autor de compartir lo que piensa y siente a través de palabras.














CAPÍTULO I
En un día como cualquier otro Matías, un niño de 12 años de cabello rubio corto, se encontraba mirando hacia la ventana de su cuarto, un tanto apenado por las constantes discusiones que tenía con sus padres acerca de su futuro. Él deseaba contodas sus ansias ser un pintor reconocido y vivir de ello, sin embargo eso no era algo que le agradara a su papá y a su mamá, quienes estaban convencidos de que trabajando de artista no tendría futuro.
Un llamado de la madre atrajo su atención. Le solicitó con urgencia un favor: que fuera a la fotocopiadora que quedaba a pocas cuadras de su casa para hacer unas copias del boletín del colegio.Luego de hacer lo que le habían pedido, emprendió su camino regreso a la casa. Fue entonces cuando, de repente, sintió un murmullo que lo desconcertó. Sintió como si alguien le hubiese dicho algo pero no llegó a identificar el mensaje por completo. Percibió un pequeño escalofrío que lo recorrió de arriba abajo, desde la punta de los pies hasta su cabello, causando en él un miedo extraño… muyextraño por cierto. Luego, ese temor se convirtió en duda. A pesar de esas raras sensaciones continuó caminando, esta vez más deprisa.
Al llegar a su casa entregó a su papá las copias, cumpliendo con el favor requerido, y dirigió directamente a su habitación. ¿De dónde provenía ese murmullo que tanto había llamado su atención? ¿De qué se trataría? Estos y otros tantos interrogantes estuvieron dandovueltas y vueltas por su mente durante horas.
Pasaron días, semanas, incluso meses desde lo ocurrido.
Un cálido lunes de Octubre, luego de tomar su chocolatada matutina, Matías salió de su hogar para ir a la escuela. Mientras caminaba se encontró con una vecina que no veía hacía tiempo, la saludó y continuó. De pronto, volvió a sentir aquel extraño murmullo que tanta duda le había generado.Rápidamente giró su cabeza de lado a lado en busca de respuestas. Sin embargo, una vez más, nada ni nadie se encontraba allí. El misterio de ese sonido regresó a tocar puerta en su mente.
Tras caer la noche de ese mismo día, el niño se encontraba acostado de lado en el sofá del living mirando su programa favorito en la tele. En ese mismo instante fue cuando un sonido interrumpió su actividad. Estavez no se quedaría con incertidumbres. Corrió a toda velocidad hacia las escaleras que llevaban a la parte superior; subiendo escalón por escalón, intentando no tropezarse, podía sentir cómo su corazón se aceleraba cada vez más. Los escalones se hacían eternos. La luz comenzó a apagarse lentamente, o al menos era lo que él percibía. Notó que su garganta comenzó a emitir un silbido agudo, señal deque el cansancio venía por él.
Fue entonces cuando la luz volvió a llenar sus ojos. Se incorporó sin poder recordar nada del acontecimiento que había ocurrido hacía instantes.
Se encontraba acostado en el sillón de terciopelo rojo, donde solía emprender sus actividades (como hacer tareas escolares y jugar videojuegos). No entendía por qué se había quedado dormido, pero sabía que algo no andababien, o por lo menos eso fue lo que sus sentimientos le transmitieron.
Advirtió algo que llamó su atención inmediatamente. Bajo su mochila del colegio, que estaba en una silla a su lado, había un sobre color morado con un particular sello color rojo escarlata. Lo tomó y lo abrió. Contenía un papel que parecía un tanto desgastado por los años en el cual había escrita una dirección que Matías...