Bananos

Resumen de la novela bananos
En 1942 un nicaragüense se incorporó a la narrativa de la plantación bananera en la América Central, iniciada por la costarricense Carmen Lyra (seudónimo de María Isabel Carvajal) con los cuentos de Bananos y hombres (1931). En la justificación que la autora hace de este título se resume lo que sucederá en el ciclo de la novela bananera: “Pongo primero BANANOS queHOMBRES porque, en las fincas de banano, la fruta ocupa el primer lugar, o más bien el único. En realidad el HOMBRE es una entidad que en esas regiones tienen un valor mínimo y no está en segundo puesto, sino que en la punta de la cola de los valores que allí cuentan.”
Si la primera novela de ese ciclo fue Mamita Yunai (1941), de Carlos Luis Fallas (1909-1966), también costarricense, la segundacorrespondió a Bananos, de Emilio Quintana (190-1971), publicada el año siguiente —como se dijo— con prólogo de Manolo Cuadra. Ambas tienen de común la denuncia de la explotación en las fincas bananeras de la United Fruit Company en Costa Rica, pero el narrador de Mamita Yunai (Yunai: pronunciación popular de United) es el activista político de izquierda y el de Bananos un testigo. Por algo en suprólogo Manolo la relaciona directamente con una novela significativa del testimonio de la primera Gran Guerra: Sin novedad en el frente de Remarque. Además, puntualiza:
[Emilio] Quintana, el poeta sensual, cazador de consonantes, ha muerto. Con Bananos, inscribimos en el libro de registros de la revolución civil a Quintana, el Denunciador. Junto a [José Eustaquio] Rivera, a Alberto Londres, aCarlos Luis Fallas, a [René] Belbenoit, Quintana tiene un puesto líder, si no por el arte y la realización, por la valiente calidad de sus acusaciones.
Incluso Quintana había anticipado una primera versión, constituida de diez capítulos, en la revista de Managua Ya / Magazine popular nicaragüense (núm. 3, agosto, 1941). Y es que estaba urgido por expresar su deber testimonial y denunciatorio. Un deberque se concretó en los primeros 20 capítulos de la primera edición de su obra, que aumentaría a 25 en la segunda y a 30 en la tercera. Ahora bien: a Bananos se le considera un libro de crónicas más que una novela. En el prólogo Manolo Cuadra afirmó: “No se crea que los protagonistas de estas crónicas —hombres de carne y hueso— nacieron tutelados…” y “Acaso se notará […] que el tipo central deestas crónicas es un hombre desesperado, materialista, mal hablado y seminal…"
Pero las crónicas de Bananos poseen una estructura novelesca. Así lo establecieron primero Iván Uriarte en 1984, luego Nydia Palacios en 1989 y, finalmente, Nicasio Urbina en 1995. “Se trata de una clásica estructura epopéyica del héroe que parte a cumplir una misión… El viaje hacia la selva, hacia lo desconocido, y ellonos plantea la expectativa del regreso, muerte o desaparición del héroe”. Pero, más bien, el narrador-protagonista es un antihéroe, víctima de las condiciones sociales, que representa al trabajador anónimo de las compañías bananeras. Sin embargo, puede ser identificado con el autor real de la novela.
Al menos, eso es lo que comunica Manolo Cuadra en el capítulo 25, cuando se aproxima al narradorofreciéndole dos ciruelas y le dice: “Comételas, Quintanita, quintana, quintanar, quinanuela…” Ya en el capítulo 17 el mismo Manolo había sido tema de una semblanza, pues en 1940 —y principios de 1941— había compartido con Quintana la experiencia de las bananeras:
[…] entre la montaña tica, sonora y tráfica, donde la peonada se queja tanto bajo la bota del connacional como del extranjero ante elvisto bueno de la autoridad que devenga un sobresueldo de la compañía por aceptar todas las infamias que se cometan; donde el capataz servil y, encumbrado y presuntuoso, es la única razón de ser, Manolo Cuadra y yo nos apuntamos un itinerario espléndido a pesar de la tanta miseria que vimos y vivimos.
Puntarenas, Quepos, Puerto Cortés, Golfito, Río Claro, Piedras Blancas. Todos estos lugares...