Bandera Argentina, Cartelera
Interesa en tal sentido reflexionar sobre dos cuestiones: el papel que estos juegan en la conformaciónde la identidad de la nación y el uso que esa nación hace de los símbolos.
En una aproximación muy general, podríamos decir que un símbolo es un objeto sensible que representa, evoca, una idea. El simbolismo en sus diferentes vertientes sostiene que estos juegan un papel importante en la vida humana individual, pero fundamentalmente en la colectiva. El hombre vive insertado en un universosimbólico, el lenguaje, el mito, el arte, la religión constituyen parte de ese universo, estructuran y dan sentido a su existencia.
Hablar de la Bandera como símbolo alude de manera directa al tema de su utilización en el pasado lejano y reciente. En tal sentido, esta necesidad de crear símbolos de identificación estuvo presente ya en los primeros gobiernos patrios, el 25 de Mayo se convierte en el“mito fundador “de la Nación; la Asamblea de 1813 con la adopción del Escudo y del Himno refuerza nuestros lazos simbólicos, igualmente la llamada Generación de 1837, con su ideario resumido en las palabras “Mayo, Democracia y Progreso”.
Este sentimiento de identidad sobrevivirá a pesar de las cruentas luchas entre unitarios y federales por imponer un modelo de organización, aunque las provincias en sudefensa de la autonomía nunca dejaron de sentirse parte de la Nación.
Tras el logro de la organización constitucional, el accionar tendiente a la identificación con símbolos patrios y con héroes nacionales se constituirá en una preocupación constante del Estado nacional, particularmente en la etapa entre siglos, ante la necesidad de integrar el “sentimiento nacional” a la masiva corrienteinmigratoria que arribaba al país.
En tal sentido, el sistema educativo será el canal privilegiado para el logro de estos objetivos y es justamente la Bandera, creación genial de Belgrano aquel 27 de febrero de 1812, el símbolo por excelencia que identifica esta Nación, que le da identidad y entidad en el concierto de las naciones.
El símbolo se convierte así en la herramienta por excelencia de laconformación de la identidad colectiva y es permanentemente resignificado en función de los usos que dicho colectivo hace del mismo.
Cuando niños, sentíamos una enorme emoción con mezcla de orgullo si alguna vez nos tocaba izar nuestra Enseña patria.
Luego, hubo una época en la que en nombre de la patria y con la Bandera ondeando en la altura de los mástiles, acontecieron los más horrendos crímenesde lesa humanidad, en la Esma, en La Perla…
Pero llevábamos también banderas, grandes y hermosas banderas, cuando festejábamos el regreso a la democracia en 1983… Y en las canchas plagadas de celeste y blanco… En una larga bandera, madres, abuelas llevaban pegadas las fotos de nuestros desaparecidos… y muchos otros acontecimientos y momentos de nuestras acciones individuales y colectivas estánatravesadas por su presencia.
Por todas estas razones, referir el uso de la Bandera resulta en ocasiones complejo, trae aparejado sentimientos contradictorios porque no se puede hablar de la Bandera como un ser en sí, ya que su existencia toma sentido a partir de las acciones que los hombres y mujeres hacemos en su nombre.
Es este sentido, creo que estos momentos destinados a recordar hitos quenos constituyen como Nación –en este caso el Bicentenario de la creación de la Bandera– deben servirnos para reflexionar acerca de cuál es el signo que atraviesa los grandes hechos que recordamos, preguntarnos por ejemplo cuál fue el sentido que tuvo para Manuel Belgrano, en un tiempo político conmovido por la revolución, crear una bandera.
Belgrano creó la Bandera para “identificar” al...
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