Bandolerismo moderno

Cuernavaca, Mor., Diciembre 13 de 2009.

Guillermo Cinta
memocinta@hotmail.com

¿Tenemos un nuevo feudalismo?
¿Juntos, magnates y criminales?

El feudalismo rigió la Europa medieval desde mediados del siglo XI hasta entrado el siglo XVIII, basándose en la confiscación de los beneficios del trabajo de los campesinos y que garantizaba, a través de un sistema de redes de dependencia ygratificación, su redistribución entre la clase dominante. Aunque estamos a muchos años de distancia es importante preguntarnos: ¿Estamos hoy ante un nuevo feudalismo? ¿Y qué tipo de maridaje existe entre los señores feudales de la actualidad con el “bandidaje”, tal como ocurrió en antaño?
Este planteamiento surge frente a la posibilidad de que los más importantes “bandoleros” de nuestros días esténsiendo utilizados por los magnates de la política para desestabilizar al régimen presidencial y ampliar el margen de maniobra de un determinado partido o grupo político sobre el país. Lo anterior se agudiza después de observar la guerra declarada desde 2007 por el gobierno federal en contra del crimen organizado, sin ganarla. Al contrario: las bandas siguen reproduciéndose y arraigándose entrenosotros, tal como lo verificamos con los sangrientos hechos acaecidos en el fraccionamiento “Los Limoneros” de Cuernavaca. Alguien, incluso desde adentro de las instituciones, las sostiene. Desglosemos.
En el libro “Memorias de las Revoluciones en México” (Reflejo GM Medios, 2009) aparece el ensayo “Insurgencia y criminalidad en México, 1810-1821”, de Eric Van Young, investigador por la Universidadde California, quien propone una interpretación para entender las relaciones entre resistencia política, criminalidad y Estado durante las primeras décadas del siglo XIX en México. ¿Nos encontramos hoy inmersos en un escenario igual, pero con mayor tecnología?
Escribió Van Young: “En las colonias españolas y en México en particular hubo pocas expresiones de descontento político que contaran con labase popular de, por ejemplo, los ‘cahiers de doléances’ en Francia, enviados por las ciudades provinciales al gobierno central en la fase inicial de la Revolución de 1789, aunque varias capitales de provincias sí enviaron reconvenciones a la Junta Central de España después de las elecciones de 1812 en el Nuevo Mundo. Así, la falta de una base urbana para la rebelión eliminó un teatro en potenciadonde la ideología política podía haberse articulado y refinado”. El bandidaje se montó en la feudalización.
Dice Young: “En parte fue el contexto de la insurrección lo que politizó el crimen, haciéndolo una forma de protesta característica. La feudalización característica de las fuerzas insurgentes significa que el bandidaje era en gran medida inherente a la organización rebelde”. Al decir“feudalización”, Young no sólo refiere la separación espacial de bandas insurgentes entre sí, o a su independencia operativa durante largos periodos, o a su tendencia a controlar zonas locales como territorios propios frente a otras bandas. También debe añadirse el factor de la jerarquía, inherente a cualquier régimen feudal. Las pequeñas bandas que podían aglomerarse rápidamente para formar otrasmayores o incluso ejércitos de considerable tamaño durante breves periodos fueron la forma más común de agrupación militar insurgente, y no las grandes fuerzas como las que tuvieron a su mando Hidalgo o Morelos en diversos momentos durante los primeros tiempos de la insurrección.
Antes de concluir su gestión al frente de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Emilio Alvarez Icaza declaró: “Laviolencia se ha disparado en los últimos tres años no sólo por la ‘guerra’ contra el narco que sacó al Ejército a las calles, sino también porque la figura presidencial se debilitó ante el poder de los señores feudales que gobiernan los estados” (Proceso, 6 de septiembre de 2009).
A lo anterior agregaré la afirmación de Edgardo Buscaglia, asesor de la ONU, expresada el 25 de junio de 2008 durante...