Barça madrid
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El sueño del mejor peor partido de la historia
A veces las más grandes historias sólo existen en los sueños. Así le sucedió a nuestro redactor Roc Massaguer, que nos dijo "he soñado una historia que hay que contar". Imposible, increíble y delirante, como deben ser los sueños. ¿Qué pasaría si el clásico del lunes se jugara en una cancha de baloncesto?
Gestación del mayor retode la historia
A 72 horas para el Clásico por antonomasia la guerra psicológica, el duelo de personalidades entre Pep Guardiola y José Mourihno, alcanzó un límite insospechado, un punto de no retorno que nos acabaría trayendo un espectáculo inaudito, con la ACB y el Palau Blaugrana como protagonistas. Así acontecieron los hechos que nos llevaron a una de las situaciones más increíbles de lahistoria de nuestro deporte. Y del deporte en general.
Guardiola reiteró el viernes por la mañana en rueda de prensa que se siente encorsetado con las normas del fútbol moderno. Ya hace tiempo que insiste en que tres cambios son pocos y que echa de menos los tiempos muertos. En más de una ocasión ha manifestado su envidia por el trabajo de entrenadores como Xavi Pascual, que puede amoldar deinmediato su equipo a cualquier circunstancia cambiante del partido. "Ojalá el Clásico se jugara en el Palau Blaugrana", se atrevió a decir con su habitual media sonrisa en la última comparecencia.
A la velocidad de la luz, Mourinho recibió el desafío a 600 kilómetros de distancia y no tardó en reaccionar con su ceremoniosa autoconfianza: "Por mí no hay problema. Si no quiere jugar a fútbol, tambiénpodemos ganar jugando a baloncesto". Los periodistas, divertidos, no se tomaban en serio sus palabras, pero empezaban a incendiar Twitter. Cada nueva vuelta de tuerca son cientos de periódicos, miles de páginas vistas y millones de espectadores más.
Gerard Piqué llama a Bojan (ambos asíduos al Palau Blaugrana) desde su comedor, entusiasmado. "¿Has oído a Mourinho? Yo puedo jugar a baloncesto".Puyol, otro acérrimo aficionado al baloncesto, consulta en el parking del Camp Nou con Xavi. "Tenemos un problema de altura, pero yo creo que podríamos con ellos". Un periódico destapa la noticia esa misma noche: Guardiola ha programado un entreno junto al Regal FC Barcelona. ¿Inocentada? ¿Despiste? Las columnas de opinión echan humo.
En Madrid nadie dice nada, blindado silencio absoluto, peroaparecen los primeros movimientos sospechosos. Alguien vio a Ettore Messina y a Mourinho cenando juntos; el italiano parecía enseñar algunos gestos técnicos al portugués, que tomaba notas sin parar. Cristiano Ronaldo está viendo las noticias y alarga el brazo para coger el móvil y buscar rápidamente a Mou entre sus contactos: "Míster, ya sabes que yo puedo saltar y correr. He visto muchobaloncesto desde que estoy aquí. Estoy listo".
En el otro lado del teléfono, silencio. Silencio y una sonrisa de oreja a oreja. Mou sabe que no le costará convencer a Florentino Pérez. "No habrá un televisor del mundo que no emita imágenes de ese partido", repite en voz baja. No hará falta decir nada más.
La última llamada de la noche, según filtró otro periódico de tirada nacional, fue entreMourinho y Guardiola. Tensa cordialidad, alguna risa nerviosa, la ilusión de dos niños jugando a ser traviesos. "¿Podrás convencer a los tuyos?", pregunta un práctico Guardiola para cerrar el trato. "Ya hemos empezado a entrenar. Mañana soltamos la bomba", responde Mourinho. Cuelgan y cierran los ojos; sus neuronas empiezan a dibujar posibilidades, a buscar recursos, a inventar jugadas.
Madrugada defaxes, emails, llamadas inoportunas, consultas al reglamento y ajetreo en la sede de la ACB y de la LFP. Por la mañana, un comunicado oficial: "El partido correspondiente a la Jornada 13 de la Liga de Fútbol Profesional entre el FC Barcelona y el Real Madrid se disputará en el Palau Blaugrana y con las normas de la ACB, tras alcanzar un acuerdo ambos clubes".
Los campeones del mundo enseñan a...
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