barroco
“Viva el aire, viva el fuego, vida es la que Teotl nos ha dado”
Y así era como la aldea de Izabal comenzaba su día. Porque no hay nada mejor que agradecerle a nuestra madre tierra por el aire y el fuego que día a día recibían. Itzae vivía con sus padres en una pequeña pero humilde casita que quedaba en el medio del cielo azul, y la dorada arena. No había nadamás que eso sólo la compañía de los otros nueve aldeanos. Eran apenas cinco casas las que creaban al mundo, al que ellos habían nombrado como Izabal. Nicté recién había sido nombrada la reina de Izabal, porque era valiente, fuerte y bella como una flor.
Todos juntos podemos ser reyes de éste pequeño pedazo de tierra que Dios nos ha dado. Sean ustedes junto a mí, los reyes de éste hermoso lugar,dijo Nicté.
Aunque fueran sólo cinco casas, eran las cinco casas más felices de todo el planeta. De noche, solían contar sus sueños más alocados...
¡Cuéntanos más de tu increíble sueño!
...Yo insistía en no querer pasar de ésa puerta, no tenía idea de lo que había detrás de élla. ¡Pero la voz que me hablaba insistía!...
Quizá era una especie de... hada. Que quería que vieras sus alascoloridas. ¡Y entonces te convertiría en princesa y podrías hacer lo que tú quisieras!...
Todos reían con gozo de saber que aunque tenían poco, eran felices reunidos como una bella familia. Todos contaban sus historias, incluso los niños. Excepto Itzae, que siempre se apartaba de los demás para poder dibujar las estrellas y la luna sobre la dorada arena que cubría sus pies. Todas las noches, se recostabaa ver el cielo azul oscuro, y se preguntaba por qué el cielo era tan bello, y por qué ésos lunares blancos sobre su faz existían. Nicté, su madre la amaba y la cuidaba. Y cada vez que veía a su hija antes de dormir le decía:
Si logras llegar a contar cada estrella que cubre el cielo de la noche, la luna te hablará.
¿Y las estrellas también?
¡Claro que sí!, las estrellas también te hablarán.Dicen que hay unas estrellas que son Diosas de la naturaleza aunque la verdad no sé si es cierto.
Lo averiguaré, dijo emocionada Itzae.
Lograr hablare a la luna y poder tomar una estrella... ¡Qué regalo más bello!, pensó Itzae y jamás se rendiría hasta poder llegar a cumplir sus sueños.
Cada noche, tenía los sueños más bellos. Itzae estaba a tan sólo un paso de lograr hablarle a la luna y decirlelo que pensaba.
Luego de llegar a contar la estrella número cinco mil trescientos diez, cayó en el sueño más profundo de toda su vida. Todo era diferente, habían árboles, y aves. Tigres, leopardos y animales de todas las especies. Todo tenía color. ¡Todo era hermoso! Era tan bello, que quería llevarse de todo luego de despertar de su sueño. Tenía sus bolsillos llenos de todo lo que encontraba ensu camino. Llegó tan lejos, que comenzó a sentir una suave brisa sobre su piel y se detuvo. Exhausta, corrió con todas sus ganas, para poder averiguar qué era lo que le había causado tanta impresión. Era una estrella, era la estrella más brillante que en su vida había visto. La toco, y la estrella comenzó a brillar cada vez más.
¿Eres tú Itzae?, preguntó la estrella.
Sí, soy yo. Y tú, ¿Quiéneres?
Yo soy Ek, la estrella más brillante de todo el planeta.
¡Genial! ¿Qué es eso que siento sobre mi piel?, preguntó Itzae, entusiasmada.
Es lluvia, querida. Es la lluvia lo que tú sientes en tu piel. Es la lluvia que Dios me dio como regalo para ustedes, dijo la estrella.
Aunque seguía en el sueño, Itzae podía sentir todo. Era el cálido clima en su sueño, al que la refrescaba la lluvia queEk le estaba dando. Pero la brisa cada vez se ponía más fuerte.
¡¿Y qué debo hacer para llevarme un poco de ésta lluvia a mi hogar?!, dijo Itzae entusiasmada.
Toma una gota de agua, métela en tu bolsillo a cambio de todas esas cosas que llevas. Y despierta. Cuando hayas despertado sembrarás la gota de agua cerca de tu aldea. Y cuidarás de que nadie la toque. Cuando hayas sembrado la gota de...
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