Barroco
Ejes vertebradores: La cosmovisión barroca y el paisaje americano. Lo barroco como forma de expresar la desmesura. Lo barroco y lo Real maravilloso. Tesis de A. Carpentier.
Sor Juana Inés de la Cruz: Primero sueño (1692) y “Este que veis, engaño colorido”.
Alejo Carpentier: Concierto barroco.
Introducción a la consigna:
El Barroco:
· Impregnó las manifestacionesde arte en Europa y América.
· La palabra tuvo un sentido ligado a la exageración.
· Se muestra la crisis de la sociedad.
· Se sentía la locura del mundo, la melancolía, la inestabilidad, y la fugacidad de las cosas.
· Surge la figura del “Gracioso” en el teatro español.
· Buscan la novedad, sorpresa, el gusto por la dificultad.
· Plantean ideas que se tienen que descifrar. Se divide en 2corrientes:
Culteranismo: Intensifica los sentimientos y utiliza la metáfora y la adjetivación para crear ideas.
Conceptismo: Utiliza los conceptos y las ideas a través de la polisemia (múltiples significados) y la oposición de contrarios (claro – obscuro)
Desde el punto de vista de Sor Juana...
· El amor: es sufrimiento, felicidad, melancólico, nostálgico, sagrado, inevitable, individual.Cuando habla de este tema en sus textos, se expresa de una manera explícita, vivencial y sus poemas son empáticos.
· Dios: es el creador, su pretexto para escribir, ya que en la época en la que vivía había que utilizar a Dios para expresarse.
· Lo más importante: Sobre todas las cosas está el conocimiento.
Fragmento 1
Primero sueño
Piramidal, funesta, de la tierra
nacida sombra, alCielo encaminaba
de vanos obeliscos punta altiva,
escalar pretendiendo las Estrellas;
si bien sus luces bellas 5
--exentas siempre, siempre rutilantes--
la tenebrosa guerra
que con negros vapores le intimaba
la pavorosa sombra fugitiva
burlaban tan distantes, 10
que su atezado ceño
al superior convexo aun no llegaba
del orbe de la Diosa
quetres veces hermosa
con tres hermosos rostros ser ostenta, 15
quedando sólo o dueño
del aire que empañaba
con el aliento denso que exhalaba;
y en la quietud contenta
de imperio silencioso, 20
sumisas sólo voces consentía
de las nocturnas aves,
tan obscuras, tan graves,
que aun el silencio no se interrumpía.
Introducción a la consigna:
PRÓLOGO DE LA NOVELAEL REINO DE ESTE MUNDO
A fines del año 1943 tuve la suerte de poder visitar el reino de Henrí Christophe —las ruinas, tan poéticas, de Sans–Souci; la mole, imponentemente intacta a pesar de rayos y terremotos, de la Ciudadela La Ferriére— y de conocer la todavía normanda Ciudad del Cabo —el Cap Françáis de la antigua colonia—, donde una calle de larguísimos balcones conduce al palacio de canteríahabitado antaño por Paulina Bonaparte. Después de sentir el nada mentido sortilegio de las tierras de Haití, de haber hallado advertencias mágicas en los caminos rojos de la Meseta Central, de haber oído los tambores del Petro y del Rada, me vi llevado a acercar la maravillosa realidad vivida a la acotante pretensión de suscitar lo maravilloso que caracterizó ciertas literaturas europeas deestos últimos treinta años. Lo maravilloso, buscado a través de los viejos clisés de la selva de Brocelianda, de los caballeros de la Mesa Redonda, del encantador Merlín y del ciclo de Arturo. Lo maravilloso, pobremente sugerido por los oficios y deformidades de los personajes de feria — ¿no se cansarán los jóvenes poetas franceses de los fenómenos y payasos de la fête foraine, de los que ya Rimbaudse había despedido en su Alquimia del Verbo?—. Lo maravilloso, obtenido con trucos de prestidigitación, reuniéndose objetos que para riada suelen encontrarse: la vieja y embustera historia del encuentro fortuito del paraguas y de la máquina de coser sobre una mesa de disección, generador de las cucharas de armiño, los caracoles en el taxi pluvioso, la cabeza de león en la pelvis de una viuda, de...
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